jueves, 21 de noviembre de 2013

LA VICTORIA DE SAMOTRACIA Y SU CONTEXTO HISTÓRICO

Podemos establecer que el periodo helenístico se desarrolla entre el año 323 a.C., muerte de Alejandro Magno, y el año 30 a.C. en el que Augusto concluye la anexión de Egipto a Roma tras su victoria en la batalla naval de Accio.
Busto de Alejandro como Helios en el Museo Capitolino, Roma. 

Desaparecido Alejandro Magno, después de una guerra civil donde fue derrotada la idea de la continuidad de la unidad, el Imperio se fragmentó en diferentes reinos helenísticos gobernados  por los generales de Alejandro (los denominados diádocos –sucesores-) y, más tarde, por sus hijos (llamados epígonos –los nacidos después-).

El Imperio de Alejandro Magno quedó dividido de la siguiente forma:

  • Asia para Antígono I Monóftalmos. Era el que tenía más poder y más extensión de tierras. Murió en la batalla en Ipso, en el año 301 a. C., en Frigia, en el centro de Asia Menor. Con él desparecía la idea de la continuidad del Imperio unido.   Sus sucesores darían lugar posteriormente a la dinastía Antigónida en Macedonia.
  • Egipto para Ptolomeo Lágida que fue el primero en instituir un reino independiente. Instauró la dinastía Ptolemaica, también conocida como dinastía lágida. que reinó en Egipto durante dos siglos y medio. Alejandría llegó a ser el puerto más concurrido del Mediterráneo y su principal foco de cultura.
  • Babilonia y Siria para Seleuco (dinastía seléucida). Se entendía por Siria a una enorme extensión de tierras que llegaban hasta las fronteras con la India.
  • Grecia, y Macedonia para Casandro, hijo del veterano general Antípatros. Más  tarde, Demetrio Poliorcetes (hijo del general Antígono Monoftalmos), arrojó del trono a los hijos de Casandro  y reinó durante diez años. Vencido en Asia por Seleuco, su hijo Antígono Gónatas  le sucedió en el año 283 a. C. y fue el fundador de la dinastía antigónida, cuyo fin se dio en el reinado de Perseo en el año 168 a. C., después de la Tercera Guerra Macedonia contra los romanos.
Con posterioridad de esros territorios se separaron otros reinos más pequeños, pero que desempeñaron un papel muy importante. Destacan:

  • el reino de Pérgamo, controlado por los Atálidas
  • el reino del Ponto,  nombre que deriva del  nombre que dieron los griegos jonios al Mar Negro (Ponto Euxino). Fue fundado en el año 291 a. C. por Mitrídates I. El reino fue anexionado por Roma en el año 63 a. C.
  • el reino de Bitinia, en Anatolia, en las costas del Mar Negro y del Mar de Mármara (los griegos le denominaban Propóntide porque les permitía acceder al Ponto Euxino -Mar Negro-).

Rodas fue incorporada al Imperio Helenístico en el año 334 a.C. A la muerte de Alejandro (323 a.C.) los rodios se sublevaron. A partir de este momento mantuvieron una estrecha relación comercial y política con el reino de los Ptolomeos de Egipto.

En la parte occidental, encontramos el reino del Epiro, en la actual Albania. La princesa Olimpia de Epiro fue la madre de Alejandro Magno.

Además encontramos una serie de ciudades que, unidas en confederaciones, como la Liga Aquea y la Liga Etolia, desempeñaron un importante papel en el Mar Egeo tras la caída del Imperio Helenístico.

Estos gobernantes van a dotar a sus ciudades de grandes conjuntos monumentales imitando la Atenas del siglo V. A lo largo de tres siglos asistimos a una nueva civilización, en la que se combinan elementos griegos y aportaciones de los pueblos incorporados aunque lo esencialmente helénico prevalezca.

Se produce una dispersión de los centros escultóricos. Florecen los talleres y las escuelas estilísticas. Desaparecen las grandes individualidades artísticas de los siglos anteriores. De esta forma, en muchas ocasiones se desconoce la fecha y el autor de la obra. Recordemos que esta etapa escultórica es coetánea a la expansión de Roma por el Mediterráneo. La etapa helenística termina con la victoria de Augusto  en Accio y la consecuente anexión de Egipto a Roma. Por ello, es frecuente que no se puede precisar si se trata de un original griego, una copia romana de un original griego o de una obra romana realizada a  imitación griega.

La escultura helenística muestra una gran variedad. Conviven la idealidad y el realismo, la belleza y la deformidad, los temas dramáticos y los temas cotidianos. Se representan todas las edades del ser humano, desde la niñez hasta la vejez. Alcanzan fama y prestigio cuatro grandes escuelas: Atenas, Alejandría, Pérgamo y Rodas:

Atenas

Esta escuela se caracteriza por la influencia de los modelos clásicos de los siglos V y IV. Estas obras conforman la denominada escuela neoática. Por otra parte,  encontramos interesantes retratos, como el del orador Demóstenes (280 a.C.), bronce del escultor Polieucto. considerado el primer retrato psicológico de la antigua Grecia (se conservan tres versiones de la estatua y más de 40 del rostro). También podemos destacar el retrato del poeta trágico Sófocles y el del filósofo Epicuro.
El Apolo de Belvedere, atribuido a  Leocares (M. Vaticanos)


Alejandría

Esta escuela destaca por los temas cotidianos y alegóricos representados en terracota, piedra o bronce. Así mismo en esta escuela se plasmó en mármol personificaciones de ideas abstractas como la Alegoría del río Nilo, representado como un anciano recostado que porta el cuerno de la abundancia y los símbolos de las tierras fertilizadas por sus aguas.


Alegoría del Nilo (M. Vaticanos)



Pérgamo

Esta escuela destaca por los temas patéticos, de sentimientos violentos. El rey Atalo I decidió conmemorar la victoria sobre los gálatas en el 228 a.C. mandando realizar seis esculturas que se mostrarían en la acrópolis. En el centro figuraba el Gálata Ludovisi, que acaba de matar a su mujer para librarla de la esclavitud y, mientras sujeta el cadáver, se suicida. A su alrededor se sitúan cuatro gálatas exhaustos, tendidos en el suelo. De esta forma los pergamenses trataban a los enemigos vencidos con dignidad y respeto, y de esta forma dan más importancia a su propio triunfo.




Reconstrucción monumento a los galatas


El galo moribundo. Museo Capitolino (Roma)

Bajo el reinado de su hijo Eumenes II se erigió en el 180 a.C. el Altar consagrado a Zeus y Atenea. Destacan los relieves del basamento del pórtico, donde se describe la batalla entre dioses olímpicos y gigantes, hijos de la Tierra. Se trata de un friso de 2,30 m. de altura y 113 m. de longitud.  Destacan por el dramatismo, movimiento y el tratamiento idealizado de las anatomía de las figuras.


Reconstrucción Altar de Zeus en Pérgamo


Detalle del friso del basamento 

Maqueta de la ciudad helena de Pergamo en el Museo Pergamo de Berlín

Rodas

Esta escuela destaca por su dramatismo,  profundizando en la emoción del sufrimiento y acentuando el dolor.  En Rodas se establecieron varios discípulos de Lisipo. Cares de Lindos realizó el coloso de Rodas, erigido hacia el 280 a.C. y destruido por un terremoto cincuenta y seis años después.

Entre las obras de esta escuela destacan: El Toro Farnesio o Suplicio de Dirce (Museo Nazionale, Nápoles); el Laoconte (Museo Vaticano, Roma) y la Victoria de Samotracia.


 
Toro Farnesio (Museo Arqueológico de Nápoles)
 
Laocoonte (Museos Vaticanos)


La Victoria de Samotracia, un ejemplo de escultura helenística



Una de las esculturas originales más admiradas del período helenístico es la denominada Victoria de Samotracia, también conocida como Niké de Samotracia. Se trata de una escultura en bulto redondo perteneciente a la escuela rodia del periodo helenístico. Fue erigida en el santuario de los Grandes Dioses de Samotracia en el siglo II a.C.

Reconstrucción de la fuente (en Heiner Knell, Die Nike von Samothrake , 1995, p. 79.)

El santuario de la isla de Samotracia, isla situada en el norte del Mar Egeo, consistía en un conjunto de edificios dedicados al culto de los Cabiros. Gran cantidad de peregrinos, en su mayoría de las ciudades griegas de Asia Menor, fueron iniciados en los ritos misteriosos. En el siglo IV a. C., los reyes de Macedonia supervisaron un programa para ampliar y mejorar los edificios religiosos. En la mitología griega, los Cabiros o Cabirios eran un grupo de enigmáticas deidades ctónicas relacionadas con un culto mistérico que tuvo su centro en la isla de Samotracia (Grecia) y estuvo estrechamente relacionado con el mito de Hefestos. El culto se extendió rápidamente por todo el mundo griego durante el período helenístico, siendo finalmente adoptado por los romanos.


En 1863, Charles Champoiseau, cónsul francés de Adrianópolis (actual Edirne, Turquía),  decidió explorar las ruinas del santuario. Un grupo de trabajadores encontró varias partes de una gran estatua de una mujer que, por sus características, hicieron pensar a Champoiseau de que se trataba de una estatua que representaba a la Diosa de la Victoria.

En 1864, los fragmentos llegaron al Museo del Louvre. Tras su restauración, en 1866 se expusieron formando un bloque las piernas y la parte inferior del torso.

Champoiseau también descubrió las ruinas de un pequeño edificio y una pila de grandes bloques de mármol gris. En 1875, el arqueólogo austriaco A. Conze examinó los bloques y descubrió que formaban la proa de un barco, a modo de base para la Victoria de Samotracia. En 1879, Champoiseau mandó llevar os restos al Museo del Louvre.

Félix Ravaisson Mollien, encargado de antigüedades en el Louvre, decidió recrear el monumento siguiendo el modelo sugerido por el arqueólogo alemán Alexander Conze (1831-1914), uno de los descubridores del Altar de Pérgamo, El lado izquierdo y el cinturón se recrearon con yeso. El ala izquierda se reconstruyó a partir de varios fragmentos de mármol y el ala derecha, de la que sólo quedaban dos fragmentos,  fue reemplazada por una imagen simétrica del ala izquierda. El trabajo de restauración fue finalizado en 1884 y fue cuando se colocó en su actual posición en la escalera Daru, en el Ala Denon del Museo del Louvre.

La cabeza, los brazos y los pies no fueron remodelados. La estatua se puso directamente en el barco, cuya decoración no fue recreada. Restaurada en 1934 se colocó un bloque de piedra entre la estatua y la nave para hacerla más visible. En la actualidad se está acometiendo una nueva restauración que se finalizará a finales de 2014 o en el 2015. En esta su cuarta restauración, está previsto utilizar materiales modernos y se digitalizará para comprobar nuevos detalles de la obra, como la utilización de colores en la composición.

Es uno de los raros ejemplos de escultura exentas cuyo emplazamiento original puede reconstruirse. La base de la estatua tiene la forma de una proa de barco de guerra, reconocible por los remos que sobresalen a ambos lado. La diosa está representada en el momento en el que la diosa se posa sobre la nave, por este motivo su pie derecho apenas toca la cubierta del navío y las alas aún las tiene desplegadas. Una leve torsión del cuerpo potencia la dinamicidad propia del momento representado.


Camposición (web del museo del Louvre)

Viste una túnica de tela fina y un himation más grueso, medio envuelto en la cintura, que cae en pliegues profundos entre las piernas, mientras otros vuelan detrás de la pierna izquierda. Los ropajes se adhieren al cuerpo dejando traslucir su anatomía femenina. Este tratamiento de los ropajes nos recuerda a la  técnica de «paños mojados» atribuida a las obras de Fidias). La victoria estaría descendiendo sobre el barco para otorgar la victoria en la batalla.




El efecto espectacular de la llegada de la diosa estaba realzado por la colocación de la proa sobre una base formada por un estanque de dos niveles. El más próximo a la nave tenía poca profundidad mientras en el otro había grandes piedras redondeadas que probablemente querían sugerir la orilla o el puerto del barco. Al efecto ilusionista contribuía además el hecho de que todo el conjunto estaba erigido sobre una terraza encima del teatro de Samotracia, desde donde se podía observar la totalidad del santuario.




El efecto ilusionista de la Victoria en su escenario en Samotracia, la sensación de movimiento que comunica, los pliegues profundos de su ropa, las sutiles transparencias de su ropaje, el plumaje virtuosamente realizado de sus alas, entre otras características, inducen a pensar  que esta estatua fue realizada en el período helenístico en torno al 200 a. C. Además una inscripción fragmentaria encontrada en la base de la Victoria tiene letras de una forma muy parecida a las de varias inscripciones halladas en la isla de Rodas, algunas de las cuales llevan la firma del escultor Pythokritos de Rodas. Además, existe un relieve en Lindos, Rodas, firmado por Pythokritos que representa una proa de barco de forma muy parecida a la de la proa que sirve de base a la Victoria. Este indicio, junto con el hecho de que dicha base sea de mármol gris de la cantera de Lartos de Rodas (la estatua es de mármol de Paros), da muchas razones para pensar que la victoria sea obra rodia y probablemente de la mano del escultora Pythokritos de Rodas, que trabajó a principios del siglo II a. C.


Relieve de Lindos

La altura total del monumento es de 5.57 m. La estatua mide 2.75 m, incluyendo las alas. La estatua fue realizada en seis piezas, el barco en diecisiete. Esta técnica de esculpir el cuerpo en varias piezas antes de ensamblarlas, fue utilizada sobre todo en los talleres de Asia Menor, las islas del Dodecaneso y las Cícladas.

Esquema mostrando el ensamblado de los bloques de la estatua (en M. Hamiaux, La Victoire de Samothrace, 2007, colección Solo,  y Una mirada más cercana en la web del Museo del Louvre.



La Victoria Alada está muy próxima a los personajes del friso de Gigantomaquia que decoran el Gran Altar de Zeus de Pérgamo (180-160 a.C. aprox.). La ejecución de los frisos del Altar de Zeus no sólo se debió a un equipo de escultores, sino que fue necesaria la participación de un grupo de eruditos capaces de establecer un programa iconográfico de tales características. Se sabe muy poco sobre los escultores que realizaron la Gigantomaquia. Conocemos sus nombres: Dionisíades, Menécrates, Melanipo, Orestes, Teorreto..., pero ignoramos quien se encargó de dirigir la realización de la obra unificando el estilo. Los escultores que posiblemente procedían de diferentes ciudades crearon un estilo que se suele llamar Segunda Escuela de Pérgamo.



Atenea, auxiliada por su serpiente, vence a un gigante mientras la Victoria la corona y Gea, la Tierra, implora por su hijo vencido. Alyat de Zeus en Pérgamo.



Para saber más


lunes, 30 de septiembre de 2013

Una primera aproximación a Eugéne Viollet-Le-Duc






El pasado viernes mantuve una conversación, intermitente por las circunstancias del momento, con Severin. Al día siguiente, volvía a París y, al despedirnos, le comenté que si había llevado a Indhira a Carcassonne. Me comentó que habían pasado por allí al venir a Barcelona. Le comenté que su “restitución”, debida a Eugène Viollet-Le-Duc, no estaba exenta de controversias. No nos dio tiempo a comentar nada más.  He aquí el motivo de estas líneas.  Como punto de partida, para acercarnos a las teorías y a la obra de este arquitecto, os aconsejo la lectura de dos artículos publicados en el blog “Los lugares tienen memoria”.  


    1. EUGÈNE VIOLLET LE DUC Y LAS TEORÍAS DE RESTAURACIÓNFRANCESAS (I)
    2. NOTRE DAME, CARCASSONNE Y PIERREFOND BAJO LA INLFUENCIA DEVIOLLET LE DUC (II)
Carcassonne

Carcassonne (detalle de la muralla)

Plano de la Cité, realizado por Eugène Viollet-le-Duc

Principios básicos de Viollet-Le-Duc sobe la restauración:

“Restaurar un edificio no es conservarlo, rehacerlo o repararlo; es  restituirlo a un estado completo que puede que no haya existido  nunca…”

 “Es necesaria una discreción religiosa, una renuncia completa a toda idea personal, y, en los problemas nuevos, cuando se deban añadir partes nuevas aunque no hayan existido nunca, es preciso situarse en el lugar del arquitecto primitivo…”

“ Cada edificio o cada parte de un edificio deben ser restaurado en el estilo que les pertenece no sólo como apariencia sino como estructura. Es pues esencia, ante todo trabajo de reparación constatar exactamente la época y el carácter de cada parte componiendo una especie de proceso verbal apoyado en la documentación, bien sea por notas escritas, bien por levantamientos gráficos…”

E.E. Viollet-le-Duc 
Dictionnaire raisonné de l’architecture française du XIe au XVIe siècle
Tomo VIII.


jueves, 23 de mayo de 2013

GEORGES MOUSTAKI



Hoy ha fallecido, aquejado de una enfermedad pulmonar crónica,  el cantautor francés, nacido en Alejandría (Egipto), de origen griego Georges Moustaki. Su último concierto lo ofreció en Barcelona en enero de 2009.  
Su nombre era Youssef Mustacchi, pero lo cambió por el de Georges en honor a su maestro, Georges Brassens.  Moustaki compuso letras de canciones para melodías que interpretaron Edith Piaf, Yves Montand, Barbara o Serge Reggiani.
Moustaki nació el 3 de mayo de 1934. Su padre, el librero Nassim, hablaba cinco idiomas. Su madre, Sarah, seis. A orillas del Mediterráneo, Moustaki se educó en la escuela francesa, creciendo en un ambiente multicultural (judío, griego, italiano, árabe, francés e inglés, lengua oficial de Egipto bajo mandato británico).  En 1951, a los 17 años se trasladó a París donde conoció a Georges Brassens. En sus inicios, Moustaki cantaba entre las mesas de los restaurantes. En Bruselas trabajó como pianista en el cabaré Rose Noire de Bruselas. De nuevo en París,  en 1958, conoció a Edith Piaf, para quien escribió Eden bluesLes orgues de barbarie o Le gitan et la fille. Pero la canción que se recordará de aquella relación musical y sentimental será Milord (pulsar para ver video).
Para escuchar a un poco conocido Georges Moustqki, pulsar sobre la imagen)
En 1960, inició su carrera discográfica bajo el nombre artístico de Eddie Salem, son orchestre et ses chanteurs grecs. Las canciones incluidas en el disco poseían matices egipcios, griegos y orientales. Compuso diversos temas para Serge Reggiani, entre ellos destacan Sarah, Ma liberté y Madame Nostalgie (pulsar para ver video).
Para escuchar Le Meteque, pulsar sobre la imagen

Pero hubo de esperar hasta 1969 para que Moustaki saltara a la fama también como intérprete gracias a la canción Le Métèque (El Extranjero), que se convertirá en su canción más emblemática y en la que se describe de forma que sus palabras siempre nos lo harán recordar: "Con mi cara de meteco (extranjero), de judío errante, de pastor griego y mis cabellos a los cuatro vientos..."



 
Para escuchar, pulsar sobre la imagen

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lunes, 20 de mayo de 2013

LA EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE BARCELONA DE 1888


Entrada realizada con motivo del125 Aniversario de la inauguración de la Esposición Universal de Barcelona.

El 20 de mayo de 1888, la reina regente María Cristina y Alfonso XIII presidían la ceremonia de la inauguración de la gran Exposición Universal en el salón del Palacio de Bellas Artes. Con la Exposición se recuperó la Ciutadella, símbolo de la represión de Felipe V, y Barcelona se proyectó, a nivel internacional, como una gran ciudad burguesa e industrial.  En esta época, entre 1822 y 1888, se celebraron en Barcelona 14 exposiciones de productos industriales catalanes, con el apoyo de la Junta de Comercio y, al suprimirse ésta, del Instituto Industrial de Cataluña. Además, los industriales catalanes acudían regularmente a las exposiciones universales desde 1851, año en que se celebró la primera exposición universal en Londres en. Por otra parte,  Barcelona se reconfiguraba urbanísticamente tras el derribo de las murallas y la realización, desde 1859, del Plan Cerdà.  El 15 diciembre de 1885, Francesc de P. Rius i Taulet fue nombrado alcalde de Barcelona y no de sus principales objetivos era la recuperación para la ciudad de la Ciudadella cuya  demolición se inició el 16 de Octubre de 1868 gracias al triunfo de la Revolución de Septiembre, “La Gloriosa”.

Plano de la Exposición Universal
Plano compartivo con la antigua fortaleza 


La remodelación del parque de la Ciudadela fue llevado a cabo por Josep Fontserè en 1872, inspirándose en los jardines europeos. Junto con la zona verde proyectó una plaza central y un paseo de circunvalación, así como una fuente monumental y diversos elementos ornamentales, dos lagos y una zona de bosque. También construyó el Mercado del Born y un puente sobre las líneas de ferrocarril, ejemplos de la denominada arquitectura de hierro. Fontserè contó con la colaboración de Antoni Gaudí para el proyecto de la Cascada Monumental, que destaca por su obra escultórica, en la que intervinieron varios de los mejores escultores del momento: destaca el grupo de La Cuadriga de la Aurora, de Rossend Nobas, así como El nacimiento de Venus, de Venanci Vallmitjana; el frontón es obra de Francesc Pagès i Serratosa; otras esculturas del conjunto son: Anfítrite, de Josep Gamot; Neptuno y Leda, de Manel Fuxà; y Dánae, de Joan Flotats. Asimismo, Rafael Atché realizó los cuatro grifos que expulsan agua por la boca, en la parte inferior del monumento. Por lo tanto, la Ciutadella ya era un parque cuando el alcalde de Barcelona, Rius i Taulet, decidió convertirla en recinto de la Exposición.
Conucción de un pabellón, fotografía de  Pau Audouard



La Exposición se desarrolló en un recinto de 450.000 m2.  La parte central de la Exposición se ubicaba en la zona de la antigua Ciudadela, una fortaleza construida por orden de Felipe V para dominar la ciudad tras la Guerra de Sucesión Española, en la que Cataluña había estado en el bando del contrincante de Felipe, Carlos de Austria.  En el siglo XIX Barcelona dejó de ser considerada plaza fuerte y, tras la Revolución de 1868, se procedió a su demolición, de la que sólo quedaron la capilla (actual Parroquia Castrense), el palacio del gobernador (actual Instituto de secundaria  Verdaguer) y el arsenal (actual sede del Parlamento de Cataluña, después de su restauración llevada a cabo por Pere Falqués).

Arco de Triunfo de la Exposición Universal de 1888
(Fuente: Cornell University Library).

 

La entrada a la Exposición se efectuaba a través del Arco de Triunfo diseñado por Josep Vilaseca. De inspiración neomudéjar, tiene una altura de 30 metros, y está decorado con una rica ornamentación escultórica realizada por diversos autores: Josep Reynés, autor del friso superior que plasma la recepción de  Barcelona a las naciones; Josep Llimona, autor del friso de la parte superior de la parte reverso con el Reparto de recompensas a los participantes de la Exposición;  Antoni Vilanova, autor del friso de la parte derecha con las Alegorías de la Industria, la Agricultura y el Comercio; Torquat Tasso, autor del friso de la parte izquierda con las Alegorías de las Ciencias y las Artes; Manel Fuxà y Pere Carbonell autores de cuatro esculturas femeninas, las Famas.

"Recepción de  Barcelona a las naciones" de Josep Reynés (parte anterior)
"La Recompensa a los participantes" de Josep Llimona (parte posterior)
"Alegorías de la Agricultura, la Industria i el Comercio" de Antoni Vilanova (lateral derecho)
"Alegorías de las Artes y de las Ciencias" de Torquat Tasso (lateral izquierdo)

A continuación venía el Salón de San Juan (actual Paseo Lluís Companys), una larga avenida de 50 metros de ancho, donde destacaban las balaustradas de hierro forjado, los mosaicos del pavimento y unas grandes farolas, todo ello diseñado por Pere Falqués.
A lo largo de este paseo se colocaron ocho grandes estatuas de bronce que representaban personajes ilustres de la historia de Cataluña: Guifré el Pilós (obra de Venanci Vallmitjana), Roger de Llúria (de Josep Reynés), Bernat Desclot (Manel Fuxà), Rafael Casanova (Rossend Nobas), Ramon Berenguer I (Josep Llimona), Pere Albert (Antoni Vilanova), Antoni Viladomat (Torquat Tasso) y Jaume Fabre (Pere Carbonell). Estatuas que han tenido diferente suerte: en 1914 la estatua de Casanova fue trasladada a la Ronda de Sant Pere (esquina Alí Bey); la de Roger de Llúria y la del pintor Antoni Viladomat quedaron en su ubicación original; cinco fueron fundidas en 1950 para realizar la imagen de la Virgen de la Merced de la basílica homónima. También se conserva  la escultura dedicada a Pau Claris, obra de Rafael Atché, que había substituido  a la de Rafael Casanova.

A la entrada del recinto se ubicaron dos grupos escultóricos dedicados a la Agricultura y la Marina, obra de Venanci Vallmitjana. Al final del paseo se ubicaron otros dos grandes grupos escultóricos que representaban el Comercio y la Industria, obra de Agapit Vallmitjana.

El primer edificio tras el acceso por el Arco de Triunfo era el Palacio de Bellas Artes, obra de August Font i Carreras, de estilo neoclásico, con una fachada formada por un pórtico con columnas y con cuatro torres con cúpulas, coronadas por una representación de la Fama, en las esquinas. El espacio principal del edificio era una gran sala central donde se realizaron los principales actos oficiales. En el lado opuesto se ubicaba el Palacio de Ciencias, obra de Pere Falqués, de estilo neoclásico, donde también se disponía una gran sala para celebrar congresos.

Una vez pasados estos dos edificios se accedía al recinto propiamente dicho, en cuya entrada destacaba la Cascada Monumental, a cuya derecha se hallaba el restaurante (conocido como Castillo de los Tres Dragones y actual Museo de Zoología), obra de Lluís Domènech i Montaner, de estilo neogótico con innovadoras soluciones estructurales que anunciaban el modernismo por la utilización del hierro y el ladrillo visto. A su lado se encontraban el Círculo del Liceo y el Invernáculo, obra de Josep Amargós, realizado en hierro y vidrio siguiendo el ejemplo de la arquitectura de hierro. A continuación venían el Museo Martorell de Geología, de Antoni Rovira i Trias; el Umbráculo, de Josep Fontserè; y una iglesia llamada Iglesia Modelo, porque pretendía servir de referencia para las construcciones religiosas del futuro, cometido este que no llegó a cumplir. En esta zona se situaban también el Pabellón de la Prensa, obra de Jaume Comerma i Torrella, y el Pabellón de las Colonias Españolas, de Jaume Gustà i Bondia, que presentaba artículos de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Fernando Poo.


El Castillo de los Tres Dragones, actual Museo de Zoología, obra de Lluís Domènech i Montaner.

Museo Martorell de Geología, obra de Antoni Rovira i Trias

El Invernáculo, obra de Josep Amargós

 

El Umbráculo, obra de Josep Fontserè

 




La zona central del recinto se correspondía con la antigua plaza de armas de la Ciudadela, donde destacaba la Fuente Mágica, una de las grandes atracciones de la Exposición (obra de la compañía The Anglo-American Brush Electric Corporation), que combinaba los saltos de agua con el juego de luces eléctricas, lo que producía un gran espectáculo nocturno que maravilló a los visitantes, según recogen los periódicos de la época. Esta fuente daba acceso al principal edificio de la exposición, el Palacio de la Industria, obra de Jaume Gustà i Bondia, que recogía las secciones extranjeras de la exposición. Tenía forma de abanico, con 25 naves concéntricas que formaban trece naves rectangulares.  El edificio fue desmantelado en 1930, y en su lugar se encuentra actualmente el Zoo de Barcelona.

Vista aérea de la Exposición universal de Barcelona de 1888, fotografia de A. Esplugas

Frente a este palacio se hallaba la Estatua ecuestre del General Prim, obra de Lluís Puiggener, destruida en 1936 y restaurada por Frederic Marès, aún se encuentra en su ubicación original.

En la denominada Sección Marítima, se construyó el Pabellón de la Compañía Trasatlántica. Claudi López i Bru, segundo marqués de Comillas y cuñado de Eusebi Güell, encargó a Antoni Gaudí el pabellón de la Compañía Transatlántica, el principal consorcio de barcos transoceánicos de España, para la Exposición Universal de Barcelona de 1888. A Gaudí no se le encargó un nuevo pabellón, sino adaptar y reformar uno de ya existente diseñado por Adolfo García Cabezas para la Exposición Naval de Cádiz de 1887. Realizado en estilo neonazarí granadino, subsistió hasta la apertura del Paseo Marítimo de Barcelona en 1960.
Pabellón de la Compañía Trasatlántica de Antoni Gaudí

En el Paseo de Colón se erigió el Hotel Internacional, obra de Lluís Domènech i Montaner. Fue concebido como instalación temporal para acoger a los visitantes; por ello,  fue derruido tras la finalización de la Exposición.

Hotel Internacional, obra de Lluís Domènech i Montaner
 





Otros edificios menores del recinto fueron: la Horchatería Valenciana, el Café Turco, el Pabellón Balneológico (especializado en productos químicos y farmacéuticos), el Pabellón de Audouard y Compañía, fotógrafo oficial de la exposición … Un globo cautivo que ascendía hasta 200 metros de altitud  y unas montañas rusas, junto con la Fuente Mágica,  fueron las grandes atracciones de la exposición.
Pabellón de Audouard y Compañía
Pabellón american soda water


Pabellón Aguas azoadas


La muestra se clausuró el 9 de diciembre. La habían visitado un millón y medio de personas. El balance, a pesar del déficit, puede considerarse positivo porque significó la proyección internacional de Barcelona como ciudad industrial y burguesa. La mayoría de los edificios de la Exposición han desaparecido: tan solo permanecen el Arco del Triunfo, el Castillo de los Tres Dragones, el Museo de Geología, el Invernáculo, el Umbráculo, y una parte del Palacio de la Industria que forma parte de servicios del zoo.




El Monumento a Colón también fue realizado con motivo de la Exposición Universal de 
Barcelona de 1888. Se trata de una obra del arquitecto Gaietà Buïgues.


  

Monumento a Colón, obra deGaietà Buïgues





PARA SABER MÁS