En clase hemos comentado la técnica escultórica de
Antonio Cánova. A muchos os ha sorprendido. Tal como prometí, os amplio lo explicado en clase.
Desde la antigüedad el hombre ha intentado por un lado
simplificar su trabajo, y por otro buscar métodos para lograr la mayor
precisión posible. Las técnicas del sacado de puntos son aquellas que con la
ayuda de distintos instrumentos de medida (plomada, compás, escuadras …) permiten
al escultor fijar una serie de puntos que facilitan pasar la escultura de un
material a otro. Los principales métodos del traslado de puntos son: el método
de la cuadrícula, el de la plomada, el del
definitor de Alberti, el de los tres
compases, el de jaulas y escuadras, el de la cruceta y el del pantógrafo.
Uno de los métodos más antiguos es el denominado de la
“tina de agua” que consistía en sumergir
parcialmente la pieza que se quería reproducir, dejando ver parte las partes
más salientes de ésta. Conforme se iba
dejando salir agua del recipiente iban apareciendo referencias visuales de los
puntos más salientes de las figuras.
En Egipto, desde la II Dinastía, y en la Grecia arcaica, el escultor dibujaba
la escultura sobre las cuatro caras del bloque, de frente, de espaldas y de los
dos costados. Se trabajaba desde un bloque cuadrangular, tallando el relieve que
correspondía a cada vista. En Egipto a menudo el bloque se conservaba en la
columna trasera y en la base.
Preparación
de un bloque de mármol para realizar un Kouros. Una red de líneas se ha
elaborado y la cifra proyectada. Diagrama de S. Woodford, Una Introducción al
arte griego, Cornell University Press, 1986.
Más adelante, en la Grecia clásica, se
utilizó un sistema de plomadas como guía para saber la materia que se tenía que
sustraer del bloque de piedra. Se fijaba una plomada en punto más saliente mientras
que con otra se iba aproximando a los diferentes puntos de la escultura. A
continuación esas distancias eran pasadas al bloque mediante orificios.
En el siglo
XV, Leon Battista Alberti Alberti recogió todas las teorías
relacionadas con las innovaciones artísticas del Renacimiento en una trilogía
formada por los Tratados De Statua (escultura), De re aedificatoria (arquitectura
) y De Pictura ( pintura ). En su tratado De
Statua describe y revisa la plomada y su utilización para la
elaboración de esculturas, creando un instrumento para facilitar la copia de estatuas, que él
mismo denominó definitor. Consiste en un círculo graduado
horizontalmente que se fija sobre la parte más alta del modelo y en cuyo centro
se asienta un brazo giratorio también graduado del que se cuelga hasta el suelo
una plomada. De esta forma se obtienen tres medidas: la distancia
del centro del círculo al punto de unión de la plomada, el ángulo señalado por
el brazo giratorio sobre el círculo graduado y la distancia del punto que se
desea obtener al suelo.
Leonardo da Vinci inventa el sistema denominado la caja de
varillas. Este método consistía en untroducir varillas en una caja de madera agujereada
hasta llegar al modelo de barro que se ubica en su interior. Las marcas en las
varillas serán la pauta para desbastar la piedra. Leonardo describe la técnica
del sacado de puntos en un manuscrito fechado en 1490:
"Si queréis hacer una figura de mármol, haced primero una de barro. Cuando la hayáis terminado, dejadla secar y colocadla en una caja que sea lo suficientemente grande como para que, una vez sacada la figura de barro, quepa en ella el bloque de mármol en el que pretendéis tallar la figura correspondiente a aquélla. Una vez colocada ésta en el interior de la caja, introducid en ella, por unos agujeros hechos en las paredes, unas pequeñas varillas de color blanco, y empujadlas hasta que toquen la figura, cada una de ellas en un punto diferente. Pintad luego de negro la parte de las varillas que quede fuera de la caja y marcad cada varilla y su agujero con una misma señal, de forma que más tarde cada una vaya al sitio que le corresponde. Sacad después de la caja la figura de barro y poned en ella el trozo de mármol, quitando en él la materia necesaria para que todas las varillas entren en los agujeros hasta donde marcan las señales".
Este método difiere de la técnica de la talla directa
que utiliza por Miguel Ángel. Para este artista la figura se haya encerrada
dentro del bloque, por lo que hay que quitar la materia que sobra
para liberarla. Después de realizar algunos
apuntes y bocetos con carboncillo, con un cincel extrae estratos sucesivos como si fuese un relieve, profundiza en el
mármol haciendo emerger las diferentes partes
que forman la escultura.
Escultores contemporáneos a Miguel Ángel comenzaron realizar esculturas con una composición que superaba los límites del bloque pétreo. Por ello, comenzaron a ensamblar piezas labradas en otros bloques, tal y como ya se hacía en el mundo helenístico griego.
Giorgio Vasari en 1550, nos habla de un sistema por medio de escuadras y plomadas. Sistema que se utilizó en talleres escultóricos hasta principios del XIX. Se colocaba sobre el modelo y sobre el bloque sendas escuadras provistas de una escala graduada donde penden varias plomadas que van captando la volumetría del modelo. Vasari describe este sistema en el Capítulo IX de Le Vite de' più eccellenti architetti, pittori et scultori italiani.
“Tienen costumbre los escultores, cuando quieren trabajar una figura de mármol, hacer para aquella un modelo, que así se llama, que puede ser por ejemplo una figura de tamaño de medio brazo, más o menos, según convenga, de barro o de cera o de yeso, con tal que podamos mostrar en aquélla la aptitud y la proporción que tiene que estar en la figura que queremos hacer, y buscando de acomodarla al largo y alto de la pieza que luego habrá que hacer. … Terminado este pequeño modelo o figuras de cera o tierra, se hace otro modelo, que tiene que ser de grande como aquél cuya figura se pretende hacer de mármol. Incluso algo mayor que el principal, porque la tierra al secarse la humedad, encoge; y luego, al medirlo a continuación, este modelo lo será lo más exactamente a la figura del mármol… Al querer agrandarlo a proporción en el mármol, es necesario trazar en la misma piedra, un ángulo recto por donde tiene que ir la figura, uno de los lados sirve de base de la figura que se va tallar, y el otro vaya a la cumbre; y del mismo modo se escala a escuadra con maderas el modelo, para tomando las medidas de este modelo se van transportando, se va midiendo la figura y tomadas estas medidas se las informa sobre el mármol, de manera que midiendo el mármol y el modelo estén a proporción, se llega a la piedra con los cinceles; y la figura a poco a poco a medida viene a salir de esta piedra… Porque los que tienen prisa trabajando que taladran la piedra de principio quitando la piedra enfrente y detrás con determinación, no tienen a continuación lugar donde corregir, si fuese necesario…Tienen hábito los escultores, al hacer las estatuas de mármol, al principio de ellas de resumir las figuras con el cincel, que son una especie de hierros grandes, con punta, con la que van levantando y retirando el grueso de la piedra; y a continuación con formones, que tienen un corte oblicuo y son más cortos, y se va redondeando con estos los picos, se continua con un punzón más sutil que los formones, que tiene dos (o más) muescas en el filo y se llama gradina, con el cual se van modelando con mayor calidad la figura y dando la proporción a los músculos y los pliegues, y los gestos de manera que virtuosamente se puedan admirar. Hecho esto, se va limpiando las asperezas de la gradina con un punzón limpio. Y para dar la perfección a la figura, y añadirle dulzura, y morbidez final, se va con limas curvas limpiando los gradines; de igual manera se hace con las escofinas y limas delgadas, se va limando, hasta conseguir alisar la superficie; y a continuación con piedra pómez se va puliendo toda la figura, dándole esta carnosidad que se ve en las maravillosas obras de escultura. Se emplea también el yeso de Trípoli, para que tenga lustre y pulimento; del mismo modo con paja de grano haciendo las muñequillas se frota toda hasta terminarlas y darles el lustre que hacen volverse a nuestros ojos.”
Taller de talla (Enciclopedia Diderot y D'Alembert)
Grabados de “L'Encyclopédie ou Dictionnaire raisonné des
sciences, des arts et des métiers” editada entre 1751 y 1772
bajo la dirección de Denis Diderot y Jean d’Alembert.
Fue en el siglo XIX cuando se comenzó a utilizar la llamada máquina de sacar puntos o puntómetro, superando de esta forma sistemas basados en plomadas y compases para tomar distancias y medidas. Gatteaux idea en el siglo XIX (1822) una nueva máquina de sacar puntos o puntómetro (“método de la cruceta”) para lograr un copiado más sencillo y más fiel que los sistemas anteriores. Consiste en montar un bastidor o cruceta sobre el modelo con tres puntos de apoyo fijos, estos tres puntos se sitúan igualmente en el bloque de madera o piedra donde se realiza la obra. Sobre este bastidor se monta un mecanismo con un brazo articulado que permite alcanzar cualquier punto del modelo a determinar y fijarlo para ser transportado a la reproducción. Este mecanismo dispone de una varilla o cala, que mediante la fijación de un tope determina la profundidad en la que se encuentra el punto. Cuantos más puntos se transportan del modelo al bloque, más precisión se alcanza en la reproducción. Una vez sacados los puntos el acabado final se realiza por medio de la talla directa.
Con el
sacado de puntos, el maestro realiza una figura en barro y serán los operarios
los que se encarguen de realizar el trabajo largo y duro de la eliminación de la piedra que
sobraba del bloque. De esta forma el artista ganaba tiempo para seguir creando
hasta que retomaba la escultura para realizar los últimos retoques. Canova
exponía en una sala de su taller distintos modelos en yeso; una vez elegido uno
por el cliente, era copiado en mármol por los operarios. Con el sacado de
puntos, un modelo puede repetirse tantas veces como se quiera. No obstante,
para algunos, esta colaboración restaba méritos al artista. Así, Auguste Rodin que modelaba el barro con increíble facilidad,
fue muy criticado cuando se supo que no esculpía sus esculturas de mármol, sino
que eran realizadas por sus ayudantes,
entre los que destacaron Antoine Bourdelle (1861-1929) y Charles Despiau
(1874-1946).
En el s. XX, el rumano Constantin Brancusi (1876–1957) y los británicos Henry Spencer Moore (1898–1986) y Jocelyn Barbara Hepworth (1903-1975) retoman la talla directa. Trabajan las formas dando vueltas alrededor de un proceso lento y trabajoso, consiguiendo esculturas de superficie continua, lisa y pulimentada.
Taller de Cristina Carusi
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buenisimo
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