Educación de la Virgen de Diego Velázquez, Sevilla 1617. Yale University |
Diego Rodríguez de Silva y Velázquez
(Sevilla, 599 - Madrid, 1660), es considerado el máximo exponente de la pintura
barroca española. A los once años inicia su aprendizaje en el taller de
Francisco Pacheco donde permanecerá hasta 1617, año en que es aceptado en el
gremio de pintores y se convierte en un pintor independiente. Al año siguiente,
con 19 años, se casa con Juana Pacheco, hija de su maestro.
Sobre este matrimonio, el propio Pacheco
dice: "Después de cinco años de educación y enseñanza le casé con mi hija,
movido por su virtud, limpieza, y buenas partes, y de las esperanzas de su
natural y grande ingenio. Y porque es mayor la honra de maestro que la de
suegro, ha sido justo estorbar el atrevimiento de alguno que se quiere atribuir
esta gloria, quitándome la corona de mis postreros años. No tengo por mengua
aventajarse el maestro al discípulo, ni perdió Leonardo de Vinci por tener a
Rafael por discípulo, ni Jorge de Castelfranco a Tiziano, ni Platón a
Aristóteles, pues no le quitó el nombre de divino."
Entre 1617 y 1623 se desarrolla la etapa
sevillana, caracterizada por el estilo tenebrista caravaggiano, con una luz
intensa y dirigida, una pincelada muy empastada, un predominio de los tonos
tostados y unas carnaciones cobrizas.
El aguador de Sevilla. Diego Velázquez, 1620 Óleo sobre lienzo, 106,7 x 81 cm
Apsley House, Londres, Reino Unido
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Las obras de esta etapa destacan por un realismo
popular que también encontramos en la literatura de la época, principalmente en
la novela picaresca tal como podemos observar en las primeras obras como Tres
músicos de 1617-1618 y El almuerzo de 1618. .
Tres músicos. Diego Velázquez, 1617-1618. Staatliche Museen, Berlín |
Vieja friendo huevos.Diego Velázquez, 1618. Óleo sobrelienzo, 100.5 x 119.5 cm National Galleries of Scotland, |
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Velázquez obtiene un gran éxito y en 1623
se traslada a Madrid donde obtiene el título de Pintor del Rey Felipe IV.
Los recientes estudios establecen la
autoría de Velázquez de la obra “La educación de la Virgen” datándolo en
Sevilla, concretamente en el taller de Francisco Pacheco, hacia 1617. Época en
la que el joven Diego Velázquez estaba aún como aprendiz en dicho taller. En
este taller coincidió con Alonso Cano, quien también pintaría, en 1630, un
cuadro con el mismo tema.
Centrémonos en esta obra que es
considerada la primera pintura que se conserva de Diego Velázquez.
El 2 de Julio de 2010, John Marciari,
conservador de arte, en una entrevista
de Marta Caballero, publicada en El Cultural.es comentó: “La primera vez que vi la pintura fue en 2003 e inmediatamente
pensé "esta es una gran obra, pero ¿de quién?". Estaba catalogada
simplemente como Escuela Española. Me planteé varias hipótesis hasta que un
día, quizá tres o cuatro meses después, de repente me golpeó. "¡Espera,
esto es un Velázquez de la primera época!". Me dije a mí mismo que estaba
loco, tarado, demente. No parecía posible que Yale hubiera tenido un Velázquez
durante 80 años sin que nadie hubiese reparado en él. No podía ser. Había
pasado antes por eso, con pinturas y, especialmente, con dibujos de los viejos
maestros, sin embargo, nada de eso importa: crees que son de alguien conocido y
algún tiempo después -minutos, días, semanas...- el nombre te viene de repente
a la cabeza. Pero aquí, inmediatamente después de reconocer que era un
Velázquez, me di cuenta de lo difícil que iba a ser probarlo.”
En este mismo artículo comentaba las claves del
artículo que John Marciari, Conservador Jefe del Museo de Bellas Artes de San
Diego, publicado en el número 7 de la revista Ars Magazine, de Julio-Septiembre
de 2010. John Marciari hacía referencia
a la autoría del cuadro, al estado de conservación de la pintura, a la
trascendencia del hallazgo y a la iconografía representada. La composición, las
pinceladas largas y gruesas, el tratamiento de los pliegues de los ropajes y la
ejecución del bodegón en la parte inferior izquierda de la obra indicarían la
autoría velazqueña. Marciari apuntó, incluso, que pudo presidir el retablo
mayor del convento carmelita de Santa Ana, hasta su inundación en 1626.
Con anterioridad, en 1971, un estudiante
de Yale, Umberto Rodríguez, comentó por primera vez que podría tratarse de
una obra de Velázquez.
El artículo de John Marciari causó
una gran revuelo internacional, lógico si tenemos en cuenta que se trataba de
la atribución del cuadro de «La educación de la Virgen» (1617) a Diego
Velázquez. El historiador Jonathan Brown, autor del imprescindible Velázquez,
pintor y cortesano, puso en duda la atribución de esta obra al maestro sevillano. Esta afirmación se
basaba en lo que denomina detalles groseros que contiene la tela, ejecutados
por un autor de poca destreza, en el hecho de que los objetos del bodegón parecen
estar volando y que a la Virgen la ha dejado de sexo indeterminado. Por otra
parte, añade que Francisco Pacheco, el maestro de Velázquez, en el Arte de
la Pintura criticó la temática de la tela porque, en su opinión, la
Virgen nació en estado de perfección, incluyendo la capacidad de leer.
Francisco Pacheco en su Tratado de la Pintura comenta: " Con menos fundamento, y más frecuencia, se pinta hoy la bienaventurada Santa Ana enseñando a leer a la Madre de Dios, cuya pintura es muy nueva, pero abrazada del vulgo; digo nueva, porque he observado que habrá 24 años, poco más o menos, que comenzó hasta este de 1636, de una Santa Ana de escultura que estaba en una capilla en la iglesia parroquial de la Madalena, la cual acompañó después un escultor moderno con la Niña leyendo; de donde pintores ordinarios la extendieron, hasta que el licenciado Juan de Roelas (diestro en el colorido, aunque falto en el decoro) la acreditó con su pincel, en el convento de la Merced de esta Ciudad; donde está la Virgen arrodillada delante de su madre, leyendo en casi un misal, de trece o catorce años, con su túnica rosada y manto azul sembrado de estrellas y corona imperial en la cabeza; tiene a su lado Santa Ana un bufete con algunas colaciones del natural y debajo, un gatito y perrillo, junto a la Virgen está una canastilla de labor con otros juguetes; y aunque es verdad que ha parecido a algunos doctos no haber fundamento bastante para reprehender semejante pintura, de lo mucho que al autor de la advertencia pasada sobra, no valdremos en ésta, poniendo, primero, las razones con que se disculpa esta pintura".
Cuatro años después se presenta la obra en
el Espacio Santa Clara de Sevilla en el contexto de la exposición «El joven Velázquez». La obra se expone tras un proceso intenso de restauración, realizada por Carmen
Albendea e Ian McClure gracias al mecenazgo del Banco Santander.
La exposición se podrá visitar hasta el 15 de enero de 2015.
Frente a ella ha colocado
tres piezas esenciales para entender la obra: La educación de la Virgen, de
Juan de Roelas (1612), La Sagrada Familia, de Luis Tristán (1603) y La
imposición de la Casulla a San Ildefonso, de Velázquez (hacia 1622).
En 1617, Velázquez aún estaba en el taller de su futuro suegro, Francisco Pacheco y comienza a asimilar los primeros elementos
naturalistas, tanto de Juan de
Roelas, pintor de
origen flamenco Juan de Roelas que permanecería en la ciudad entre los años
1604 y 1616, como de Luis
Tristán, (Toledo, 1585 - 1624), considerado el mejor discípulo de El Greco, evolucionó
hacia el naturalismo tenebrista. De ahí que en
la muestra se puede ver el cuadro en cuestión junto con La educación de la
Virgen de Juan de Roelas, que sirvió de
inspiración al pintor, y la Sagrada Familia de Luis Tristán, pintada en 1613 en Sevilla.
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En esta misma exposición, podemos contemplar la obra
La imposición de la casulla a San Ildefonso, pintada por Velázquez en Sevilla en 1623, donde
podemos comprobar la influencia de El Greco.
La imposición de la casulla a San Ildefonso pintada por Velázquez en
Sevilla en 1623. Propiedad del Ayuntamiento de Sevilla |
Muy interesantes tus comentarios. Muy bien redactados y organizados. Yo estoy haciendo lo propio después del estudio de las actas de congreso realizado en Sevilla el año pasado como ya sabes. Cuando lo tenga finalizado te lo comento. Ah me encanta que hayas escogido una de mis aguadas como fondo de este estupendo trabajo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario y por el diseño que hiciste en su día. Quedo a la espera de tus noticias.
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