martes, 13 de noviembre de 2012

LA ABSTRACCIÓN EN ESPAÑA Y EL MUSEO DE ARTE ABSTRACTO ESPAÑOL DE CUENCA

El pasado 3 de noviembre visite el Museo de Arte Abstracto de Cuenca. Fue una visita muy agradable y un reencuentro con el cuadro de Antonio Saura "Brigitte Bardot"- Esta obra fue una de las que tuve que comentar en las Oposiciones que me permitieron dedicarme a aquello que aspiraba desde que tenía diez años cuando entre por primera vez en el entonces Instituto Nacional de Enseñanzas Medias  Goya de Zaragoza: profesor de Instituto. La visita me permitió recordar las diferentes abstracciones que se desarrollaron en España a partir de mediados del siglo XX y que conocí por primera vez en las clases del siempre admirado profesor Federico Torralba Soriano. Como comprenderéis no he podido resistirme a publicar una  entrada dedicada al Arte Abstracto en España.




"Brigitte Bardot", de Antonio Saura (1930-1998), 1959. Óleo sobre lienzo. 250 x 200 cms.     
Museo de Arte Abstracto Español. Cuenca.




La abstracción en España desde finales de la década de los años 40 hasta la creación del Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca.


Debido a la situación política de España el arte abstracto tuvo un desarrollo tardío. A finales de la década de los años 50 hacer arte abstracto en España  corriente respecto al arte oficial. Por ello, muchos de los artistas más representativos del arte abstracto español de este momento residirán en el extranjero donde pudieron  desarrollar su obra en libertad.

Casi todos estos artistas, en alguno momento de su carrera artística, pertenecieron a algún grupo artístico.  A continuación os comento de forma abreviada la historia de los más importantes.

El  grupo zaragozano "Pórtico" representa un concepto emblemático por sus características de ruptura, al ser el primer grupo sólido aragonés que desemboca en la abstracción. Su trayectoria se inicia en abril de 1947 y concluye en noviembre de 1950. En junio el Grupo Pórtico expone en la Galería Buchholz de Madrid bajo el título 20 obras del del «Grupo Pórtico» de Zaragoza, en la que exponen solo los tres miembros permanentes del grupo: Fermín Aguayo con once obras, Santiago Lagunas con nueve y Eloy Laguardia con ocho óleos. En este año el grupo ha dado el paso definitivo hacia el informalismo, lo que les caracterizará como la primera vanguardia pictórica de la posguerra española en recorrer el camino hacia la abstracción a partir del influjo de Paul Klee y no del surrealismo. Estos tres artistas que comienzan la abstracción terminan tristemente dispersados. Laguardia a San Sebastián para trabajar, Lagunas en Zaragoza para abandonar la pintura durante excesivo tiempo pero ejerciendo como arquitecto y Aguayo a París desde 1952 para ser, lo de siempre, un pintor. Hay que tener en cuenta a artistas como Vera y Antón González, cercanos a ellos, y que por entonces también se adentraron en la no figuración.

El grupo barcelonés Dau al Set (1948 – 1953) fue creado por el poeta Joan Brossa y el pintor Joan Ponç, a los que se unen Arnau Puig, Tàpies, Tharrats, Cuixart y el escritor Juan Eduardo Cirlot. Se propusieron enlazar con el surrealismo que había quedado interrumpido con la guerra civil y para todos ellos, la figura que servía de ejemplo era Joan Miró. El grupo desempeñó un papel de gran importancia en la entrada de la vanguardia y prepararon el camino al informalismo en España. Antoni Tàpies y Modest Cuixart, que colaboraron en su fundación, partiendo de la ensoñación y el automatismo surrealista llegaron a la abstracción matérica.




GRAN BARROCO, 1959
Modest Cuixart

Marrón y ocre, 1959
Antoni Tàpies



Grande  Équerre (La gran equis) 1962
Antoni Tàpies



 Creu i ratlla, 1974
Antoni Tàpies




El Grupo Altamira se fundó en la localidad santanderina de Santillana del Mar. El movimiento surge en 1948 en torno a la figura del artista alemán Mathias Goeritz acompañado por Pablo Beltrán de Heredia, Ángel Ferrant, Ricardo Gullón y el crítico Santos Torruella. La Primera Semana de Arte de la Escuela de Altamira se celebró en 1949 y en ella artistas de diferentes nacionalidades, historiadores y críticos de arte abordaron temas como el significado del arte contemporáneo y los orígenes del arte no figurativo y reivindicaron las pinturas rupestres paleolíticas como la máxima expresión del arte por su pureza creativa y su tratamiento de la línea y del color. La Segunda Semana, celebrada a comienzos de 1951, contó con la participación de poetas y músicos que contribuyeron a analizar el componente social del arte y a constatar la necesidad de una conexión entre literatura y arte de vanguardia por oposición a la concepción artística vigente en el ámbito académico y apoyada por el Estado. A pesar de su corta existencia, la Escuela de Altamira supuso el movimiento más importante de renovación y coordinación del arte español tras la Guerra Civil.

El grupo LADAC (Los Arqueros del Arte Contemporáneo) siguió la línea iniciada por el grupo Altamira. Su principal impulsor fue Manuel Millares. El estilo pictórico de este pintor canario mostraba diversas tentativas de tipo constructivista y pinturas con influencia aborigen

La formación del Grupo Sílex puso en primera plana la inquietud de los artistas ante el panorama español de esos momentos. Intentan enlazar con los movimientos artísticos que se producen en el exterior. En su caso concreto las claves de la renovación plástica quedan vinculadas al Primitivismo del Arte de la Prehistoria, aspecto que ya adelantaba la Escuela de Altamira. El grupo comenzó a funcionar en 1955 con la participación de Josep Guinovart, Lluís Terricabras, Joan Hernández Pijuán, Carles Planell, Rovira Brull y Alcoi. Organizaron algunas exposiciones conjuntas a pesar de no tener un programa definido. Fue más una actitud común que un conjunto ordenado de reglas, como ocurrió con tantos grupos españoles del momento.

El grupo madrileño El Paso (1957-1960) se fundó en febrero de 1957 en Madrid, siendo el grupo de mayor relevancia en la configuración y definición de la vanguardia española de posguerra. Los integrantes de El Paso, en el momento de la firma del manifiesto y en sus primeras exposiciones como grupo, fueron los pintores Rafael Canogar, Luis Feito, Juana Francés, Manolo Millares, Manuel Rivera, Antonio Suárez, Antonio Saura y el escultor Pablo Serrano. Junto a estos artistas formaron parte del grupo los críticos de arte José Ayllón y Manolo Conde. En el año 1958 se incorporan los artistas Martín Chirino y Manuel Viola. Desde diferenciadas posturas personales, configuraron un lenguaje abstracto, informalista y liberador muy característico de la pintura comprometida en los años cincuenta y sesenta.



Sudario XII, 1959
Antonio Saura



Retrato imaginario de Felipe II, 1967
Antonio Saura



Cocktail Party, 1960
Antonio Saura

CUADRO BLANCO Y NEGRO, 1960
Manuel Viola




CUADRO NÚMERO 2, 1957
Manuel MIllares
CUADRO NÚMERO 102 HOMÚNCULO, 1960
Manuel MIllares


CUADRO NÚMERO 165 HOMÚNCULO, 1961
Manuel MIllares

SARCÓFAGO PARA FELIPE II, 1963
Manuel MIllares



NÚMERO 202, 1960
Luis Feito

1963 NÚMERO 460 A, 1963
Luis Feito

TOLEDO, 1960
Rafael Canogar

BÓVEDA PARA EL HOMBRE, 1962
Pablo Serrano



EL VIENTO, 1966
Martín Chirino




METAMORFOSIS (NOVIEMBRE), 1862
Manuel Rivera

DETALLE DE METAMORFOSIS (NOVIEMBRE),
Manuel Rivera


 ESPEJO DE SOL, 1966
Manuel Rivera





El Grupo Parpalló fue un grupo de artistas formado en Valencia y alrededores de la comunidad en Octubre de 1956. Se fundó para, al igual que otros grupos de postguerra, para conectar la creación artística valenciana con el panorama internacional después de la interrupción causa por la Guerra civil Española. Se disolvió oficialmente en 1961. Fue el primer foco de introducción del informalismo en la Comunidad Valenciana y pronto consiguió una formulación rigurosa dentro de esta tendencia artística, si bien entre 1960 y 1961 el grupo perdió su conexión como resultado de las diferentes trayectorias artísticas de los miembros entre los que cabe señalar: Vicente Aguilera Cerní, crítico de arte y el único que fue miembro desde la fundación del grupo hasta su disolución, Salvador Soria, Manolo Gil, Monjalés, Eusebio Sempere, Amadeo Gabino, Balaguer, y Andreu Alfaro.


LATIDO, 1974
Eusebio Sempere


COLUMNAS 1974
Eusebio Sampere


Será en la década de 1950 cuando se geste un verdadero movimiento creativo de gran importancia internacional que derivaría en la denominada Escuela Vasca de Escultura. Este movimiento, al que podemos llamar generación, se caracteriza por desarrollar una línea claramente abstracta y está integrada por un grupo de escultores con una misma sensibilidad y que, pese a sus diferencias, tienen unas características en común: predominio del lenguaje abstracto, gusto por lo monumental, estrecha relación con la naturaleza y el ser humano, y utilización de materiales como la madera, la piedra o el hierro. Otra característica es la recuperación de las estéticas geométricas europeas.

Este grupo de escultores no fue ajeno a las influencias de las diferentes corrientes artísticas que se han desarrollado a lo largo del siglo XX, y en su original lenguaje realizó una síntesis de los distintos movimientos de vanguardia (constructivismo, abstracción...), aportando una interpretación personal.

Forman parte de ella destacados artistas de la talla de Néstor Basterretxea (1924), José Alberdi (1922), Ricardo Ugarte (1942), Agustín Ibarrola (1930), Remigio Mendiburu (1931-1984), V. Larrea (1934). Pero los dos máximos representantes de este movimiento y los dos escultores que más han influido en sus contemporáneos han sido Jorge Oteiza y Eduardo Chillida.



ESCULTURA NEGRA, 1958
Jorge Oteiza


ABESTI GOGORA IV 1959_1964
Eduardo Chillida








Creación del Museo de Arte Abstracto Español 

Algunos artistas de todos estos grupos se reunirán alrededor del pintor Fernando Zóbel y de los pintores Gustavo Torner y Gerardo Rueda en la creación del Museo de Arte Abstracto Español. Fernando Zóbel, que había nacido en Manila (Filipinas), estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Harvard y, por sus viajes por Estados Unidos, Francia e Italia, conocía perfectamente tanto el expresionismo abstracto americano como el informalismo europeo. Desde 1955 comenzó a viajar por España y se interesó por el trabajo de los artistas que se iniciaban en la abstracción. En 1961 se instaló definitivamente en España e inició su colección de arte abstracto español. Comenzó a buscar la ubicación adecuada para un museo de arte abstracto, y en junio de 1963 su amigo, el artista conquense Gustavo Torner le sugirió el emplazamiento de las Casas Colgadas de Cuenca construidas a finales del siglo XV, propiedad del Ayuntamiento de Cuenca, que las alquiló por un importe simbólico.


JARDÍN SECO, 1969
Fernando Zóbel

Contaron con la colaboración del artista Gerardo Rueda, que pasó a ser conservador de la entidad, copresidida por Zóbel y Torner. El Museo abrió sus puertas al público el 1 de julio de 1966 con una docena de esculturas y un centenar de cuadros que Fernando Zóbel había ido reuniendo con anterioridad, con la intención de realizar una rotación con los fondos del propio Museo. «La selección se ha realizado muchas veces —declaraba su creador— con el consejo y la ayuda del autor; y para evitar el peso de falsos compromisos, el Museo se ha opuesto siempre a recibir regalo de obras».

 MARRÓN GRISÁCEO CHATARRA OXIDADA 1961_1962
Gustavo Torner

SIN TÍTULO, 1967
Gerardo Rueda







En 1978 fue objeto de restauración y ampliación, encargada a los arquitectos Fernando Barja –autor también del proyecto de ampliación del propio museo- y Francisco León Meler. El Museo se reinauguró el 28 de noviembre de este año. En 1980, la Fundación Juan March se hizo cargo de los fondos y su gestión, por donación de Fernando Zóbel, quien también donó más de 3.500 libros especializados. La Fundación Juan March, ha continuado ampliando los fondos.  Desde 1994 tras haber sido objeto de varias ampliaciones y mejoras, el Museo cuenta con una nueva sala para muestras temporales.

El Museo de Arte Abstracto Español, de Cuenca, ha sido galardonado con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (1980), el Premio del Consejo de Europa al Museo Europeo del Año (1981), la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha (1991) y el Premio “Turismo 1997” de Castilla-La Mancha.

La colección permanente del museo abstracto español se compone de un centenar de pinturas y esculturas abstractas de artistas españoles sobre todo de la época de los 50 y 60.  

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Otros artistas representados en el Museo


Pintura número 100, 1962
César Manrique
Detalle






 NÚMERO 183, 1962
Francisco Farreras


Collage Rojo, 1966
Francisco Farreras





 CAUDAL, 1964
Joaquín Rubio Camín


 Mesa y cama de Carlos IV, 1986
Joaquín Camín




INTERVALOS, 1971
José Guerrero



 ESTRUCTURA VERDE Y NEGRA, 1961
Lucio Muñoz

 SITIAL, 1965
Lucio Muñoz





 1962 MATERNIDAD, 1962
Manuel Hernández Mompó




OMPHALO V, 1965-1966
Pablo Palazuelo



Todas las obras que ilustran esta entrada se encuentran en el Museode Arte Abstracto Español de Cuenca. Os recomiendo la visita a la Web del Museo

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