«Salvator
Mundi» es una pintura al óleo sobre tabla de 65,7 x 45,7 cm.. Aparece Jesús representado con
vestiduras, de color azulado con ribetes de brocado de oro con dos bandas
cruzadas sobre el pecho, con barba y larga cabellera rizada. Bendice con la mano derecha levantada, con
los dedos cruzados, sosteniendo un orbe de cristal transparente en su mano
izquierda. Leonardo da Vinci habría pintado la obra entre 1490 y 1500.
La
identidad del comprador es todavía un misterio, aunque
la iconografía religiosa no suele ser el tema favorito de los coleccionistas
asiáticos o de Oriente Medio, entre los más activos en el mercado del arte. Sí
se sabe que pujó por teléfono y
que su voz en la sala fue la de Alex Rotter, el codirector de arte
contemporáneo del gran rival de Christie’s, Sotheby’s. A pesar de las dudas
sobre la autenticidad y del mal estado de la obra, que ha sufrido defectuosas
restauraciones, limpiezas y repintados, los 400 millones de dólares pagados
superan ampliamente el récord anterior que ostentaba una obra de Picasso, “Les
Femmes d’Alger”. Obra que alcanzó la cantidad de 179,4 millones de dólares. También ha superado
las cantidades con las que se especula en las ventas privadas de algunas obras
de Paul Cézanne y Paul Gauguin, entre otras, que han podido superar los 250
millones de dólares. Así mismo, ha batido el récord de la cantidad pagada por
una obra de grandes maestros, que hasta ahora lo tenía una obra de Rubens, “La
masacre de los inocentes”, que alcanzó la cantidad de 83,5 millones en 2002.
La estrategia
de Christie’s subastó “Salvador Mundi” entre obras de Jean-Michel Basquiat,
Mark Rothko o Andy Warhol. De esta forma lo colocó ante las miradas de los
acaudalados coleccionistas que tienen puestas sus miradas en el arte
contemporáneo. Además, para atraer la atención de los coleccionistas, la
expusieron en Hong Kong, Londres y San Francisco.
La casa de
subastas Christie’s asegura que la autoría de esta obra por parte de Leonardo
da Vinci es aceptada de forma
generalizada; no obstante, hay expertos
que plantean la posibilidad de que fuera realizada por otro artista. Frank
Zöllner, profesor de historia del arte de la Edad Media y Moderna en la
Universidad de Leipzig, ha comentado que puede tratarse de una obra del taller
de Da Vinci o incluso de un discípulo posterior. Según Jerry Saltz, la composición frontal no
fue utilizada por Leonardo en una imagen religiosa. Walter Isaacson, autor de
la última biografía del artista, plantea
el error óptico de la representación de la bola de cristal al no tener el
reflejo real invertido. Este sería un error inexplicable porque Leonardo estaba
obsesionado con la óptica, pero Isaacson cree que no se trata de un error sino que fue
realizado de forma consciente para evitar que una representación real en una
imagen pintada estática resultaría extraña o bien "estaba tratando
sutilmente de impartir una cualidad milagrosa a Cristo y su orbe". Michael
Daley, director de ArtWatch UK, organización de denuncia de excesos del mundo
artístico, en unas declaraciones realizadas en octubre a «The Guardian» aseguró
que no hay suficientes indicios para poder atribuir la obra a Leonardo. Ya en
2012, Carmen Bambach, especialista en arte del Renacimiento italiano y
conservadora del Museo Metropolitano de Nueva York, escribió un artículo en la
revista “Apollo”, en el que sugirió que se trataba de una obra conjunta, establecía
que "buena parte de la superficie parece de Boltraffio, pero hay
pasajes hechos por Leonardo, como las manos de Cristo, parte de la manga
derecha y el orbe de cristal que sostiene con la izquierda". En la mano
derecha con gesto de bendecir se observa el característico sfumato del maestro;
en cambio, la cabeza es algo rígida y desproporcionada.
Salvator
Mundi de Leonardo da Vinci puede haber sido pintado para Luis XII de Francia y
su consorte, Ana de Bretaña, en torno al 1500, poco después de la conquista del
Ducado de Milán. Se cree que obra decoró la estancia privada de Enriqueta María
de Francia, esposa del rey Carlos I de Inglaterra, en el palacio en Greenwich. Desapareció
tras ser subastada en 1736. Sir Charles Robinson compró la obra en 1900
pensando que era un trabajo de un discípulo de Leonardo, Bernardino Luini. El
rostro y el cabello de Cristo estaban repintados. La pintura, que había sido
manipulada, fue vendida en 1958 por la casa de subasta Sotheby's por 45 libras
esterlinas (unos 52 euros ). Desaparecida de nuevo, volvió a aparecer en una
subasta en 2005 en Nueva Orleans. Fue adquirida por menos de 10,000 dolares por el consorcio neoyorquino de
marchantes RW Chandler. La
pintura fue restaurada por Dianne Dwyer Modestini en la Universidad de Nueva York. Robert
Simon, doctor en Historia del Arte en la Universidad de Columbia estudió la
obra para certificar su autoría. Estableció como conclusión de que se trataba
de un original de Leonardo y que su valor era incalculable. Su composición ha sido
documentada con dos dibujos preparatorios realizados por el propio Da
Vinci y por más de 20 copias pintadas por sus discípulos, así como un
grabado realizado por Wenceslao Hollar en 1650.
La obra fue incluida en una
gran exposición de Leonardo como pintor en la Corte de Mián en la National
Gallery de Londres en 2011-2012. Fue adquirida en 2013 por el oligarca ruso
Dmitry Rybolovlev, propietario del A.S. Mónaco F.C., por pagó 125,7 millones de dólares. La obra,
además,forma parte del litigio entre Dmitry Rybolovlev y el corredor de arte
suizo Yves Bouvier: el primero acusa al segundo de haberle estafado inflando en
hasta 1.000 millones los precios de unas 40 obras de arte que ha comprado en
los últimos años. El precio pagado por Salvator Mundi puede tener
implicaciones legales.
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