martes, 25 de febrero de 2014

LA MÁQUINA DE SACAR PUNTOS

En clase hemos comentado la técnica escultórica de Antonio Cánova. A muchos os ha sorprendido. Tal como prometí,  os amplio  lo explicado en clase.


 
Las tres gracias de Antonio Canova


Desde la antigüedad el hombre ha intentado por un lado simplificar su trabajo, y por otro buscar métodos para lograr la mayor precisión posible. Las técnicas del sacado de puntos son aquellas que con la ayuda de distintos instrumentos de medida (plomada, compás, escuadras …) permiten al escultor fijar una serie de puntos que facilitan pasar la escultura de un material a otro. Los principales métodos del traslado de puntos son: el método de la cuadrícula,  el de la plomada, el del definitor de Alberti, el de los tres compases, el de jaulas y escuadras, el de la cruceta y el del pantógrafo.  

Uno de los métodos más antiguos es el denominado de la “tina de agua”  que consistía en sumergir parcialmente la pieza que se quería reproducir, dejando ver parte las partes más salientes de ésta.  Conforme se iba dejando salir agua del recipiente iban apareciendo referencias visuales de los puntos más salientes de las figuras.

En Egipto, desde la II Dinastía,  y en la Grecia arcaica, el escultor dibujaba la escultura sobre las cuatro caras del bloque, de frente, de espaldas y de los dos costados. Se trabajaba desde un bloque cuadrangular, tallando el relieve que correspondía a cada vista. En Egipto a menudo el bloque se conservaba en la columna trasera y en la base.

Preparación de un bloque de mármol para realizar un Kouros. Una red de líneas se ha elaborado y la cifra proyectada. Diagrama de S. Woodford, Una Introducción al arte griego, Cornell University Press, 1986.

Más adelante, en la Grecia clásica, se utilizó un sistema de plomadas como guía para saber la materia que se tenía que sustraer del bloque de piedra. Se fijaba una plomada en punto más saliente mientras que con otra se iba aproximando a los diferentes puntos de la escultura. A continuación esas distancias eran pasadas al bloque mediante orificios.


En el siglo XV, Leon Battista Alberti Alberti recogió todas las teorías relacionadas con las innovaciones artísticas del Renacimiento en una trilogía formada por los Tratados De Statua (escultura), De re aedificatoria (arquitectura ) y De Pictura ( pintura ). En su tratado De Statua describe y revisa la plomada y su utilización para la elaboración de esculturas, creando un instrumento  para facilitar la copia de estatuas, que él mismo denominó definitor. Consiste en un círculo graduado horizontalmente que se fija sobre la parte más alta del modelo y en cuyo centro se asienta un brazo giratorio también graduado del que se cuelga hasta el suelo una plomada. De esta forma se obtienen tres medidas: la distancia del centro del círculo al punto de unión de la plomada, el ángulo señalado por el brazo giratorio sobre el círculo graduado y la distancia del punto que se desea obtener al suelo.
Leon Battista Alberti  Definitor (De statua, c. 1462)


Leonardo da Vinci inventa el sistema denominado la caja de varillas. Este método consistía  en untroducir  varillas en una caja de madera agujereada hasta llegar al modelo de barro que se ubica en su interior. Las marcas en las varillas serán la pauta para desbastar la piedra. Leonardo describe la técnica del sacado de puntos en un manuscrito fechado en 1490:

 "Si queréis hacer una figura de mármol, haced primero una de barro. Cuando la hayáis terminado, dejadla secar y colocadla en una caja que sea lo suficientemente grande como para que, una vez sacada la figura de barro, quepa en ella el bloque de mármol en el que pretendéis tallar la figura correspondiente a aquélla.  Una vez colocada ésta en el interior de la caja, introducid en ella, por unos agujeros hechos en las paredes, unas pequeñas varillas de color blanco, y empujadlas hasta que toquen la figura, cada una de ellas en un punto diferente.  Pintad luego de negro la parte de las varillas que quede fuera de la caja y marcad cada varilla y su agujero con una misma señal, de forma que más tarde cada una vaya al sitio que le corresponde.  Sacad después de la caja la figura de barro y poned en ella el trozo de mármol, quitando en él la materia necesaria para que todas las varillas entren en los agujeros hasta donde marcan las señales".

Este método difiere de la técnica de la talla directa que utiliza por Miguel Ángel. Para este artista la figura se haya encerrada dentro del bloque,   por lo que hay que quitar la materia que sobra para liberarla.  Después de realizar algunos apuntes y bocetos con carboncillo, con un cincel extrae estratos sucesivos  como si fuese un relieve, profundiza en el mármol haciendo  emerger las diferentes partes que forman la escultura.


Escultores contemporáneos a Miguel Ángel comenzaron realizar esculturas con una composición que superaba los límites del bloque pétreo. Por ello, comenzaron a ensamblar piezas labradas en otros bloques, tal y como ya se hacía en el mundo helenístico griego.



Giorgio Vasari en 1550, nos habla de un sistema por medio de escuadras y plomadas. Sistema  que se utilizó  en talleres escultóricos hasta principios del XIX. Se colocaba sobre el modelo y sobre el bloque sendas escuadras provistas de una escala graduada donde penden varias plomadas que van captando la volumetría del modelo. Vasari describe este sistema en  el Capítulo IX de Le Vite de' più eccellenti architetti, pittori et scultori italiani.

“Tienen costumbre los escultores, cuando quieren trabajar una figura de mármol, hacer para aquella un modelo, que así se llama, que puede ser por ejemplo una figura de tamaño de medio brazo, más o menos, según convenga, de barro o de cera o de yeso, con tal que podamos mostrar en aquélla la aptitud y la proporción que tiene que estar en la figura que queremos hacer, y buscando de acomodarla al largo y alto de la pieza que luego habrá que hacer. … Terminado este pequeño modelo o figuras de cera o tierra, se hace otro modelo, que tiene que ser de grande como aquél cuya figura se pretende hacer de mármol. Incluso algo mayor que el principal, porque la tierra al secarse la humedad, encoge; y luego, al medirlo a continuación, este modelo lo será lo más exactamente a la figura del mármol… Al querer agrandarlo a proporción en el mármol, es necesario trazar en la misma piedra, un ángulo recto por donde tiene que ir la figura, uno de los lados sirve de base de la figura que se va tallar, y el otro vaya a la cumbre; y del mismo modo se escala a escuadra con maderas el modelo, para tomando las medidas de este modelo se van transportando, se va midiendo la figura y tomadas estas medidas se las informa sobre el mármol, de manera que midiendo el mármol y el modelo estén a proporción, se llega a la piedra con los cinceles; y la figura a poco a poco a medida viene a salir de esta piedra… Porque los que tienen prisa trabajando que taladran la piedra de principio quitando la piedra enfrente y detrás con determinación, no tienen a continuación lugar donde corregir, si fuese necesario…Tienen hábito los escultores, al hacer las estatuas de mármol, al principio de ellas de resumir las figuras con el cincel, que son una especie de hierros grandes, con punta, con la que van levantando y retirando el grueso de la piedra; y a continuación con formones, que tienen un corte oblicuo y son más cortos, y se va redondeando con estos los picos, se continua con un punzón más sutil que los formones, que tiene dos (o más) muescas en el filo y se llama gradina, con el cual se van modelando con mayor calidad la figura y dando la proporción a los músculos y los pliegues, y los gestos de manera que virtuosamente se puedan admirar. Hecho esto, se va limpiando las asperezas de la gradina con un punzón limpio. Y para dar la perfección a la figura, y añadirle dulzura, y morbidez final, se va con limas curvas limpiando los gradines; de igual manera se hace con las escofinas y limas delgadas, se va limando, hasta conseguir alisar la superficie; y a continuación con piedra pómez se va puliendo toda la figura, dándole esta carnosidad que se ve en las maravillosas obras de escultura. Se emplea también el yeso de Trípoli, para que tenga lustre y pulimento; del mismo modo con paja de grano haciendo las muñequillas se frota toda hasta terminarlas y darles el lustre que hacen volverse a nuestros ojos.”




Taller de talla (Enciclopedia Diderot y D'Alembert)
Grabados de “L'Encyclopédie ou Dictionnaire raisonné des 
sciences, des arts et des métiers” editada entre 1751 y 1772 
bajo la dirección de Denis Diderot y Jean d’Alembert.


Fue en el siglo XIX cuando se comenzó a utilizar la llamada máquina de sacar puntos o puntómetro, superando de esta forma sistemas basados en plomadas y compases para tomar distancias y medidas. Gatteaux idea en el siglo XIX (1822) una nueva máquina de sacar puntos o puntómetro  (“método de la cruceta”)  para lograr un copiado más sencillo y más fiel que los sistemas anteriores. Consiste en montar un bastidor o cruceta sobre el modelo con tres puntos de apoyo fijos, estos tres puntos se sitúan igualmente en el bloque de madera o piedra donde se realiza la obra. Sobre este bastidor se  monta un mecanismo con un brazo articulado que permite alcanzar cualquier punto del modelo a determinar y fijarlo para ser transportado a la reproducción. Este mecanismo dispone de una varilla o cala, que mediante la fijación de un tope determina la profundidad en la que se encuentra el punto. Cuantos más puntos se transportan del modelo al bloque, más precisión se alcanza en la reproducción. Una vez sacados los puntos el acabado final se realiza por medio de la talla directa.

Con el sacado de puntos, el maestro realiza una figura en barro y serán los operarios los que se encarguen de realizar el trabajo largo y  duro de la eliminación de la piedra que sobraba del bloque. De esta forma el artista ganaba tiempo para seguir creando hasta que retomaba la escultura para realizar los últimos retoques. Canova exponía en una sala de su taller distintos modelos en yeso; una vez elegido uno por el cliente, era copiado en mármol por los operarios. Con el sacado de puntos, un modelo puede repetirse tantas veces como se quiera. No obstante, para algunos, esta colaboración restaba méritos al artista.  Así,   Auguste Rodin  que modelaba el barro con increíble facilidad, fue muy criticado cuando se supo que no esculpía sus esculturas de mármol, sino que eran realizadas  por sus ayudantes, entre los que destacaron Antoine Bourdelle (1861-1929) y Charles Despiau (1874-1946).


En el s. XX, el rumano Constantin Brancusi (1876–1957) y los británicos Henry Spencer Moore (1898–1986) y Jocelyn Barbara Hepworth (1903-1975) retoman la talla directa. Trabajan las formas dando vueltas alrededor de un proceso lento y trabajoso, consiguiendo esculturas de superficie continua, lisa y pulimentada.





Taller de Cristina Carusi

VIDEOS


SCULTURA IN MARMO DI RICCARDO 




sábado, 11 de enero de 2014

Atribuida a Rafael Sanzio una pintura que se ha denominado “La Madonna de Foligno pequeña”.



Tras años de investigación, Luis Rodrigo Rodríguez Simón,  Profesor Titular en Restauración de Pintura de Caballete de la Universidad de Granada, ha atribuido finalmente a Rafael Sanzio  el cuadro titulado “Pequeña Madonna de Foligno”. La obra pertenece a un coleccionista privado de Córdoba, a donde llegó a finales del siglo XIX procedente de Francia.

La obra reproduce una escena idéntica a “La Madonna de Foligno” de la Pinacoteca Vaticana,  para la que habría servido como prototipo. Por este motivo esta obra es más “pequeña (93,5 x 66,5 centímetros) que la de la Pinacoteca (320 x 194 centímetros). Uno de los hallazgos del estudio ha sido el descubrimiento de numeraciones en los laterales superior y derecho y de pequeñas rayas distribuidas por todo el perímetro equidistantes unas de otras 2,9 centímetros. Este hecho permite deducir que se realizó una cuadrícula  para su  reproducción a una escala mayor.

En estas obras se observa una composición en el que aparece un plano superior celestial con la Virgen y el Niño y otro terrenal en el que se encuentran San Juan Bautista, San Francisco de Asís, San Jerónimo y Sigismondo de’ Conti, camarlengo del papa Julio II y mandatario de la obra. En el centro de la obra se dispone un querubín.

La pintura de la Madonna di Foligno fue encargada por Sigismondo de’ Conti, secretario del Papa Julio II, como exvoto en agradecimiento al milagro que acaeció en su propia casa de Foligno que resultó ilesa después de haber sido alcanzada por un rayo o por una bola de fuego.


El profesor Rodríguez Simón ha utilizado diferentes técnicas científicas. Gracias a la fotografía infrarroja y reflectografía infrarroja se ha descubierto el dibujo previo realizado con diferentes técnicas, desde la tiza al pincel, similar al comprobado en muchas obras de Rafael. Además, el dibujo previo de la cabeza de la Virgen que aparece en esta pintura se corresponde con el “Estudio para la cabeza de la Virgen”, dibujo sobre papel realizado por Rafael que se conserva en el British Museum de Londres. Además, en la bocamanga de la túnica de la Virgen, aparecen las letras mayúsculas “R” y “U” (Raffaello de Urbino) de forma similar, según  el profesor Rodríguez Simón, a como se disponen en  la obra de la Pinacoteca Vaticana.  También se han descubierto las primeras letras del nombre de Raffaello o Raphael y el año 1507, realizados de forma incisa cuando la pintura estaba fresca, sobre el color de carnación de la mano derecha de la Virgen. La obra de la Pinacoteca Vaticaba se puede datar entre 1511 y 1512, periodo en el que Rafael estaba trabajando en la Estancia de Heliodoro en el Vaticano (apartamento Julio II).


Madonna di Foligno. Raffaello Sanzio,1511-1512.
Óleo sobre madera transportada sobre lienzo, 3,20 × 1,94 m.
Pinacoteca Vaticana

La obra fue encargada como  retablo para la iglesia de Santa Marina en Aracoeli en Roma. En 1565, la obra  fue trasladada a la Iglesia de Santa Ana , en Foligno. En 1797, durante la ocupación francesa, fue llevada a París donde  la  pintura se transfirió de la tabla al lienzo. Tras el Tratado de Tolentino volvió a Italia (1816), pero el Papa Pío VII decidió que se quedara en Roma.


La obra muestra la influencia o "contaminatio" de modelos ilustres. La Virgen es una reminiscencia de la "Adoración de los Magos” de Leonardo y el Niño del “Tondo Doni” de Miguel Ángel.

 
Adoración de los Magos de Leonardo da Vinci, 1481-1482. Óleo sobre tabla, 246 cm × 243 cm.
Galería de los Uffizi , Florencia.
 
Doni Tondo de Miguel Ángel,l c. 1506 – 1508.
Temple sobre tabla, 120 cm × 120 cm.
Galería de los Uffizi , Florencia.







Para conoce más sobre la obra de Rafael podéis consultar una entrada en este mismo blog dedicada a  Rafaello Sanzio di Urbino.


jueves, 21 de noviembre de 2013

LA VICTORIA DE SAMOTRACIA Y SU CONTEXTO HISTÓRICO

Podemos establecer que el periodo helenístico se desarrolla entre el año 323 a.C., muerte de Alejandro Magno, y el año 30 a.C. en el que Augusto concluye la anexión de Egipto a Roma tras su victoria en la batalla naval de Accio.
Busto de Alejandro como Helios en el Museo Capitolino, Roma. 

Desaparecido Alejandro Magno, después de una guerra civil donde fue derrotada la idea de la continuidad de la unidad, el Imperio se fragmentó en diferentes reinos helenísticos gobernados  por los generales de Alejandro (los denominados diádocos –sucesores-) y, más tarde, por sus hijos (llamados epígonos –los nacidos después-).

El Imperio de Alejandro Magno quedó dividido de la siguiente forma:

  • Asia para Antígono I Monóftalmos. Era el que tenía más poder y más extensión de tierras. Murió en la batalla en Ipso, en el año 301 a. C., en Frigia, en el centro de Asia Menor. Con él desparecía la idea de la continuidad del Imperio unido.   Sus sucesores darían lugar posteriormente a la dinastía Antigónida en Macedonia.
  • Egipto para Ptolomeo Lágida que fue el primero en instituir un reino independiente. Instauró la dinastía Ptolemaica, también conocida como dinastía lágida. que reinó en Egipto durante dos siglos y medio. Alejandría llegó a ser el puerto más concurrido del Mediterráneo y su principal foco de cultura.
  • Babilonia y Siria para Seleuco (dinastía seléucida). Se entendía por Siria a una enorme extensión de tierras que llegaban hasta las fronteras con la India.
  • Grecia, y Macedonia para Casandro, hijo del veterano general Antípatros. Más  tarde, Demetrio Poliorcetes (hijo del general Antígono Monoftalmos), arrojó del trono a los hijos de Casandro  y reinó durante diez años. Vencido en Asia por Seleuco, su hijo Antígono Gónatas  le sucedió en el año 283 a. C. y fue el fundador de la dinastía antigónida, cuyo fin se dio en el reinado de Perseo en el año 168 a. C., después de la Tercera Guerra Macedonia contra los romanos.
Con posterioridad de esros territorios se separaron otros reinos más pequeños, pero que desempeñaron un papel muy importante. Destacan:

  • el reino de Pérgamo, controlado por los Atálidas
  • el reino del Ponto,  nombre que deriva del  nombre que dieron los griegos jonios al Mar Negro (Ponto Euxino). Fue fundado en el año 291 a. C. por Mitrídates I. El reino fue anexionado por Roma en el año 63 a. C.
  • el reino de Bitinia, en Anatolia, en las costas del Mar Negro y del Mar de Mármara (los griegos le denominaban Propóntide porque les permitía acceder al Ponto Euxino -Mar Negro-).

Rodas fue incorporada al Imperio Helenístico en el año 334 a.C. A la muerte de Alejandro (323 a.C.) los rodios se sublevaron. A partir de este momento mantuvieron una estrecha relación comercial y política con el reino de los Ptolomeos de Egipto.

En la parte occidental, encontramos el reino del Epiro, en la actual Albania. La princesa Olimpia de Epiro fue la madre de Alejandro Magno.

Además encontramos una serie de ciudades que, unidas en confederaciones, como la Liga Aquea y la Liga Etolia, desempeñaron un importante papel en el Mar Egeo tras la caída del Imperio Helenístico.

Estos gobernantes van a dotar a sus ciudades de grandes conjuntos monumentales imitando la Atenas del siglo V. A lo largo de tres siglos asistimos a una nueva civilización, en la que se combinan elementos griegos y aportaciones de los pueblos incorporados aunque lo esencialmente helénico prevalezca.

Se produce una dispersión de los centros escultóricos. Florecen los talleres y las escuelas estilísticas. Desaparecen las grandes individualidades artísticas de los siglos anteriores. De esta forma, en muchas ocasiones se desconoce la fecha y el autor de la obra. Recordemos que esta etapa escultórica es coetánea a la expansión de Roma por el Mediterráneo. La etapa helenística termina con la victoria de Augusto  en Accio y la consecuente anexión de Egipto a Roma. Por ello, es frecuente que no se puede precisar si se trata de un original griego, una copia romana de un original griego o de una obra romana realizada a  imitación griega.

La escultura helenística muestra una gran variedad. Conviven la idealidad y el realismo, la belleza y la deformidad, los temas dramáticos y los temas cotidianos. Se representan todas las edades del ser humano, desde la niñez hasta la vejez. Alcanzan fama y prestigio cuatro grandes escuelas: Atenas, Alejandría, Pérgamo y Rodas:

Atenas

Esta escuela se caracteriza por la influencia de los modelos clásicos de los siglos V y IV. Estas obras conforman la denominada escuela neoática. Por otra parte,  encontramos interesantes retratos, como el del orador Demóstenes (280 a.C.), bronce del escultor Polieucto. considerado el primer retrato psicológico de la antigua Grecia (se conservan tres versiones de la estatua y más de 40 del rostro). También podemos destacar el retrato del poeta trágico Sófocles y el del filósofo Epicuro.
El Apolo de Belvedere, atribuido a  Leocares (M. Vaticanos)


Alejandría

Esta escuela destaca por los temas cotidianos y alegóricos representados en terracota, piedra o bronce. Así mismo en esta escuela se plasmó en mármol personificaciones de ideas abstractas como la Alegoría del río Nilo, representado como un anciano recostado que porta el cuerno de la abundancia y los símbolos de las tierras fertilizadas por sus aguas.


Alegoría del Nilo (M. Vaticanos)



Pérgamo

Esta escuela destaca por los temas patéticos, de sentimientos violentos. El rey Atalo I decidió conmemorar la victoria sobre los gálatas en el 228 a.C. mandando realizar seis esculturas que se mostrarían en la acrópolis. En el centro figuraba el Gálata Ludovisi, que acaba de matar a su mujer para librarla de la esclavitud y, mientras sujeta el cadáver, se suicida. A su alrededor se sitúan cuatro gálatas exhaustos, tendidos en el suelo. De esta forma los pergamenses trataban a los enemigos vencidos con dignidad y respeto, y de esta forma dan más importancia a su propio triunfo.




Reconstrucción monumento a los galatas


El galo moribundo. Museo Capitolino (Roma)

Bajo el reinado de su hijo Eumenes II se erigió en el 180 a.C. el Altar consagrado a Zeus y Atenea. Destacan los relieves del basamento del pórtico, donde se describe la batalla entre dioses olímpicos y gigantes, hijos de la Tierra. Se trata de un friso de 2,30 m. de altura y 113 m. de longitud.  Destacan por el dramatismo, movimiento y el tratamiento idealizado de las anatomía de las figuras.


Reconstrucción Altar de Zeus en Pérgamo


Detalle del friso del basamento 

Maqueta de la ciudad helena de Pergamo en el Museo Pergamo de Berlín

Rodas

Esta escuela destaca por su dramatismo,  profundizando en la emoción del sufrimiento y acentuando el dolor.  En Rodas se establecieron varios discípulos de Lisipo. Cares de Lindos realizó el coloso de Rodas, erigido hacia el 280 a.C. y destruido por un terremoto cincuenta y seis años después.

Entre las obras de esta escuela destacan: El Toro Farnesio o Suplicio de Dirce (Museo Nazionale, Nápoles); el Laoconte (Museo Vaticano, Roma) y la Victoria de Samotracia.


 
Toro Farnesio (Museo Arqueológico de Nápoles)
 
Laocoonte (Museos Vaticanos)


La Victoria de Samotracia, un ejemplo de escultura helenística



Una de las esculturas originales más admiradas del período helenístico es la denominada Victoria de Samotracia, también conocida como Niké de Samotracia. Se trata de una escultura en bulto redondo perteneciente a la escuela rodia del periodo helenístico. Fue erigida en el santuario de los Grandes Dioses de Samotracia en el siglo II a.C.

Reconstrucción de la fuente (en Heiner Knell, Die Nike von Samothrake , 1995, p. 79.)

El santuario de la isla de Samotracia, isla situada en el norte del Mar Egeo, consistía en un conjunto de edificios dedicados al culto de los Cabiros. Gran cantidad de peregrinos, en su mayoría de las ciudades griegas de Asia Menor, fueron iniciados en los ritos misteriosos. En el siglo IV a. C., los reyes de Macedonia supervisaron un programa para ampliar y mejorar los edificios religiosos. En la mitología griega, los Cabiros o Cabirios eran un grupo de enigmáticas deidades ctónicas relacionadas con un culto mistérico que tuvo su centro en la isla de Samotracia (Grecia) y estuvo estrechamente relacionado con el mito de Hefestos. El culto se extendió rápidamente por todo el mundo griego durante el período helenístico, siendo finalmente adoptado por los romanos.


En 1863, Charles Champoiseau, cónsul francés de Adrianópolis (actual Edirne, Turquía),  decidió explorar las ruinas del santuario. Un grupo de trabajadores encontró varias partes de una gran estatua de una mujer que, por sus características, hicieron pensar a Champoiseau de que se trataba de una estatua que representaba a la Diosa de la Victoria.

En 1864, los fragmentos llegaron al Museo del Louvre. Tras su restauración, en 1866 se expusieron formando un bloque las piernas y la parte inferior del torso.

Champoiseau también descubrió las ruinas de un pequeño edificio y una pila de grandes bloques de mármol gris. En 1875, el arqueólogo austriaco A. Conze examinó los bloques y descubrió que formaban la proa de un barco, a modo de base para la Victoria de Samotracia. En 1879, Champoiseau mandó llevar os restos al Museo del Louvre.

Félix Ravaisson Mollien, encargado de antigüedades en el Louvre, decidió recrear el monumento siguiendo el modelo sugerido por el arqueólogo alemán Alexander Conze (1831-1914), uno de los descubridores del Altar de Pérgamo, El lado izquierdo y el cinturón se recrearon con yeso. El ala izquierda se reconstruyó a partir de varios fragmentos de mármol y el ala derecha, de la que sólo quedaban dos fragmentos,  fue reemplazada por una imagen simétrica del ala izquierda. El trabajo de restauración fue finalizado en 1884 y fue cuando se colocó en su actual posición en la escalera Daru, en el Ala Denon del Museo del Louvre.

La cabeza, los brazos y los pies no fueron remodelados. La estatua se puso directamente en el barco, cuya decoración no fue recreada. Restaurada en 1934 se colocó un bloque de piedra entre la estatua y la nave para hacerla más visible. En la actualidad se está acometiendo una nueva restauración que se finalizará a finales de 2014 o en el 2015. En esta su cuarta restauración, está previsto utilizar materiales modernos y se digitalizará para comprobar nuevos detalles de la obra, como la utilización de colores en la composición.

Es uno de los raros ejemplos de escultura exentas cuyo emplazamiento original puede reconstruirse. La base de la estatua tiene la forma de una proa de barco de guerra, reconocible por los remos que sobresalen a ambos lado. La diosa está representada en el momento en el que la diosa se posa sobre la nave, por este motivo su pie derecho apenas toca la cubierta del navío y las alas aún las tiene desplegadas. Una leve torsión del cuerpo potencia la dinamicidad propia del momento representado.


Camposición (web del museo del Louvre)

Viste una túnica de tela fina y un himation más grueso, medio envuelto en la cintura, que cae en pliegues profundos entre las piernas, mientras otros vuelan detrás de la pierna izquierda. Los ropajes se adhieren al cuerpo dejando traslucir su anatomía femenina. Este tratamiento de los ropajes nos recuerda a la  técnica de «paños mojados» atribuida a las obras de Fidias). La victoria estaría descendiendo sobre el barco para otorgar la victoria en la batalla.




El efecto espectacular de la llegada de la diosa estaba realzado por la colocación de la proa sobre una base formada por un estanque de dos niveles. El más próximo a la nave tenía poca profundidad mientras en el otro había grandes piedras redondeadas que probablemente querían sugerir la orilla o el puerto del barco. Al efecto ilusionista contribuía además el hecho de que todo el conjunto estaba erigido sobre una terraza encima del teatro de Samotracia, desde donde se podía observar la totalidad del santuario.




El efecto ilusionista de la Victoria en su escenario en Samotracia, la sensación de movimiento que comunica, los pliegues profundos de su ropa, las sutiles transparencias de su ropaje, el plumaje virtuosamente realizado de sus alas, entre otras características, inducen a pensar  que esta estatua fue realizada en el período helenístico en torno al 200 a. C. Además una inscripción fragmentaria encontrada en la base de la Victoria tiene letras de una forma muy parecida a las de varias inscripciones halladas en la isla de Rodas, algunas de las cuales llevan la firma del escultor Pythokritos de Rodas. Además, existe un relieve en Lindos, Rodas, firmado por Pythokritos que representa una proa de barco de forma muy parecida a la de la proa que sirve de base a la Victoria. Este indicio, junto con el hecho de que dicha base sea de mármol gris de la cantera de Lartos de Rodas (la estatua es de mármol de Paros), da muchas razones para pensar que la victoria sea obra rodia y probablemente de la mano del escultora Pythokritos de Rodas, que trabajó a principios del siglo II a. C.


Relieve de Lindos

La altura total del monumento es de 5.57 m. La estatua mide 2.75 m, incluyendo las alas. La estatua fue realizada en seis piezas, el barco en diecisiete. Esta técnica de esculpir el cuerpo en varias piezas antes de ensamblarlas, fue utilizada sobre todo en los talleres de Asia Menor, las islas del Dodecaneso y las Cícladas.

Esquema mostrando el ensamblado de los bloques de la estatua (en M. Hamiaux, La Victoire de Samothrace, 2007, colección Solo,  y Una mirada más cercana en la web del Museo del Louvre.



La Victoria Alada está muy próxima a los personajes del friso de Gigantomaquia que decoran el Gran Altar de Zeus de Pérgamo (180-160 a.C. aprox.). La ejecución de los frisos del Altar de Zeus no sólo se debió a un equipo de escultores, sino que fue necesaria la participación de un grupo de eruditos capaces de establecer un programa iconográfico de tales características. Se sabe muy poco sobre los escultores que realizaron la Gigantomaquia. Conocemos sus nombres: Dionisíades, Menécrates, Melanipo, Orestes, Teorreto..., pero ignoramos quien se encargó de dirigir la realización de la obra unificando el estilo. Los escultores que posiblemente procedían de diferentes ciudades crearon un estilo que se suele llamar Segunda Escuela de Pérgamo.



Atenea, auxiliada por su serpiente, vence a un gigante mientras la Victoria la corona y Gea, la Tierra, implora por su hijo vencido. Alyat de Zeus en Pérgamo.



Para saber más