El otro día en clase os comentaba la utilización del desnudo en la obra como fuente de sensualidad, simbolismo o dramatismo. Cuando hacía referencia a la sensualidad que tenían ciertas obras en una determinada época, vuestras caras mostraban cierta incredulidad. En este punto, hice referencia a la novela de Gonzalo Torrente Ballester, Crónica del rey pasmado, publicada en 1989 por Editorial Planeta. La novela narra la crónica de unos hechos ficticios que sucedieron en la corte de un rey español del siglo XVII, supuestamente Felipe IV. El rey pasa la noche con la cortesana Marfisa y queda pasmado al ver por primera vez a una mujer desnuda. A partir de este momento sólo tiene un deseo: contemplar desnuda a su mujer, la reina. Mientras tanto, el rey visitará de forma oculta la habitación prohibida donde colgaban cuadros con desnudos, principalmente de mujeres.
Esta entrada pretende ampliar los comentarios que hice sobre la Sala reservada que contenía los cuadros de temas mitológicos de la Colección Real. Desde el siglo XVI está documentado el coleccionismo por parte de reyes y aristócratas de magníficos cuadros de desnudos que colgaban en las paredes de las habitaciones privadas. Más tarde se guardaron en salas reservadas que sólo podían ser vistas por aquellos que contaban con el permiso pertinente. El Museo del Prado guarda la que probablemente es la mejor colección de pintura de desnudo de la Edad Moderna europea. Esta colección fue iniciada por Felipe II, aunque fue Felipe IV quien contó con la colección más importante que la engrandeció con importantes obras de Rubens después de su fallecimiento en 1640.
La historia de la reclusión de los cuadros con desnudos la podemos resumir en la siguiente cronología:
1554: Tiziano escribe una carta a Felipe II en la que le informa que le envía Venus y Adonis y que se dispone a realizar otras “poesías” o cuadros mitológicos con destino a un hipotético“camerino” (habitación privada).
1598: Felipe III suve al trono y decide mantener ocultos los cuadros mitológicos de Tiziano..
1626: Cassiano dal Pozzo visita el Alcázar de Madrid y describe las pinturas mitológicas de Tiziano y otros cuadros de desnudo en las habitaciones del llamado “Cuarto Bajo de Verano”, lugar destinado a la intimidad de Felipe IV.
1636: Un inventario del Alcázar desvela que las principales pinturas de desnudo de Tiziano colgaban de la habitación “en que Su Majestad se retira después de comer”.
1666: Después de la muerte de Felipe IV un Inventario de bienes describe un grupo de estancias del Alcázar, las llamadas “Bóvedas de Tiziano”, que contienen una extraordinaria colección de desnudos. Además de obras de Tiziano se citan obras de Rubens, Luca Cambiaso, Durero y Tintoretto entre otros.
1762: Carlos III manda destruir algunos de los cuadros con desnudos, pero la intervención del pintor Mengs y del marqués de Esquilache lo evitó. Los cuadros se guardan en la Casa de Rebeque (junto al palacio Real) y en el Buen Retiro.
1792: la Real Academia de San Fernando solicita el envío de las colecciones de desnudos para que sirvan de “estudio de colorido”. Se envían 24 pinturas y se reúnen en una “sala reservada”.
1796: se envían a la Real Academia de San Fernando otros trece cuadros, considerados como los más indecentes de las Colecciones Reales. Por ello se restringe al máximo las condiciones de acceso a esta sala donde se guardaban 37 obras de 15 pintores diferentes entre los que destacan Rubens y Tiziano.
1827: El Museo Real, en plena expansión, reclama los cuadros depositados en la Academia de San Fernando. Al llegar se crea la llamada “Sala Reservada” porque era “voluntad de Su Majestad que de ningún modo se coloquen a la vista del pueblo aquellos que por razón de la poca decencia de sus objetos y demás circunstancias que reúnan merezcan ponerse en sitio reservado». Esta sala que se enriquece con otras obras de desnudo, hasta un total de 72 según la testamentaría de Fernando VII que data de 1834. El acceso a esta sala estaba restringido a personas provistas de un permiso especial.
1838: José de Madrazo, que había sido nombrado director en agosto del mismo año, elimina la Sala Reservada, y las pinturas que la integran se recolocan en las salas de las diferentes escuelas a las que pertenecen sus autores.
Veamos a continuación algunas de las obras que estuvieron en algún momento en la Sala Reservada:
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Antes y después de la restauración |
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Eva de Alberto Durero, 1507 (link Galería online del M. del Prado) Antes y después de la restauración |
La Armonía o las tres Gracias de Hans Baldung Grien, 1541-1544
Las Edades y la Muerte de Hans Baldung Grien, 1541-1544
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Bacanal de Tiziano (Vecellio di Gregorio), 1523-1526 |
Adán y Eva de Tiziano (Vecellio di Gregorio),1550
Dánae de Tiziano (Vecellio di Gregorio), 1553
Venus y Adonis de Tiziano (Vecellio di Gregorio), 1554
Venus recreándose en la música de Tiziano, 1555
La violencia de Tarquino 1560 de Tintoretto.
Purificación del botín de las vírgenes madianitas 1550 de Tintoretto
José y la mujer de Putifar
de Jacopo Comin (Jacopo Robusti) il Tintoretto, 1555
de Jacopo Comin (Jacopo Robusti) il Tintoretto, 1555
Susana y los viejos de Jacopo Comin (Jacopo Robusti) il Tintoretto, 1555
La dama que descubre el seno
de Jacopo Comin (Jacopo Robusti) il Tintoretto
de Jacopo Comin (Jacopo Robusti) il Tintoretto
Venus y Adonis de Paolo Caliari o Paolo Cagliari, el Veronés, 1580
Venus, Adonis y Cupido de Annibale Carracci, 1590
Paisaje con Psique y Júpiter de Paul Bril (1610) y retocado por Rubens (1630)
Hipomenes y Atalanta de Guido Reni, 1618-1619
Bacanal de Nicolás Poussin, 1625-1626
Escena báquica de Nicolás Poussin, 1626-1628
Ninfas y sátiros de Pedro P. Rubens, 1615, modificado en 1638 -1640
El Olfatode Jan Brueghel de Velours y Rubens, 1617-1618
Ninfas con el cuerno de la abundancia (Ceres y dos ninfas)
de Pedro Pablo Rubens y Frans Snyders, 1620
de Pedro Pablo Rubens y Frans Snyders, 1620
El rapto de Europa de Pedro Pablo Rubens, 1628-1629
Adán y Eva de Pedro Pablo Rubens, 1628-1629
Las tres Gracias de Pedro Pablo Rubens, 1630-1635
Diana y Calisto de Pedro Pablo Rubens, 1635
La Fortuna de Pedro Pablo Rubens, 1636-1637
El nacimiento de la Vía Láctea de Pedro Pablo Rubens, 1636-1637
El juicio de Paris de Pedro Pablo Rubens, 1638
Diana y sus ninfas sorprendidas por sátiros
de Pedro Pablo Rubens, 1639-1640
de Pedro Pablo Rubens, 1639-1640
Andrómeda y Perseo de Pedro Pablo Rubens, 1639-1641
Lot y sus hijas de Francesco Furini, 1634
Diana y Acteón de Juan Bautista Martínez del Mazo
Diana descubre la falta de Calixto
de Juan Bautista Martínez del Mazo
de Juan Bautista Martínez del Mazo
Bacanal de Michel-Ange Houasse, 1719
Ofrenda a Baco de Michel-Ange Houasse, 1720
La maja desnuda de Francisco de Goya, 1795-1800
La maja vestida de Francisco de Goya, 1800-1807
Otros artistas representados en ese espacio fueron Frans Francken II, Luca Giordano, Giovanni Domenico Cerrini, Jan Brueghel el Joven, el Maestro del Papagayo (pintor flamenco que trabajó principalmente enAmberes en la primera mitad del siglo XVI), Francesco Albani, Cornelis de Vos, Luca Cambiaso, Erasmus Quellinus, Cornelis Corneliszoom van Haarlem, Hendrick de Clerk, Denis van Alsloot y Paolo Domenico Finoglio.
La ausencia de pinturas españolas es explicable teniendo en cuenta que en la pintura española rara vez se representaron desnudos.
En el año 2002, entre el 28 de junio y el 29 de septiembre, se pudo visitar la exposición “La Sala Reservada y el desnudo en el Museo del Prado, comisariada por Javier Portús Pérez, Doctor en Historia del Arte y Conservador del Museo del Prado. La exposición recreaba en cierto sentido la Sala Reservada en la que el propio museo mantuvo ocultos al público general hasta 1838.
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